4. Citas incómodas

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Iba medio corriendo cuando llegué al estacionamiento del restaurante, realmente es exhausto llegar tarde.

Le dejé las llaves al de valet parking y corrí hacia la entrada. 

Una chica estaba junto a la caja para pagar, supongo que ha de ser la gerente o algo así.

-Buenos días.- Me dice. - ¿Mesa para una persona?

-No.- La palabra me sale como un gritito de ayuda.- Ya me están esperando.

La chica murmura un "Adelante" antes de que entre por completo al establecimiento.

Y ahí esta él, sentado en una de las primeras mesas mientras mueve el pie con nerviosismo y de vez en cuando mira su reloj.

Pff, al mirarlo supe porque fue el primero con el que salí después de Nathaniel.

Era un chico de 21 años que estaba, en pocas palabras, demasiado bueno y guapo como para ser real. Tenía el cabello entre castaño claro y oscuro con unos ojos color chocolate. Se había dejado la barba, como de esos hombres que están de moda y la verdad es que venía más elegante de lo que esperaba. O solamente le gustaba ir con traje a sus citas.

Luego de admirarlo unos minutos, o mejor dicho quedarme como idiota viéndolo, me dirigí hacia él apenada.

Al llegar a su lado me volteó a ver y finalmente se dio cuenta de que había llegado. Entre prisas y nerviosismo se levantó y me ayudó a sentarme. Todo un caballero ¿cierto?

Una vez que el se sentó empecé a hablar.

-En serio perdóname, no era mi intención llegar tarde, pero el celular no sonó y ayer casi no dormí. Así que si no hubiera sido por mi compañera, Karla. ¿Te acuerdas de ella? Creo que si. Bueno, ella me despertó, pero todavía me vestí y arregle. Aún así, no soy de esas chicas que se tardan media hora en el baño pero Karla me estaba gritando y no sabía que hacer y pensé...- Antes de que pudiera seguir el ya me había tapado la boca con la mano, gentilmente, tampoco es un monstruo.

-Lo entiendo.- Contestó, aunque no se estuviera riendo, sus ojos si se estaban burlando de mi.

Demonios, últimamente había desarrollado la horrible manía de hablar muy rápido y sin parar cuando me pongo muy nerviosa, como es el caso ahorita.

-Perdón. murmuré antes de sonrojarme y sonreír. Maldición, ¿qué clase de hombre era?

Sonrió con esas sonrisas que salen en comerciales de pastas de dientes y en seguida me ofreció la carta.

Le sonreí y dije "gracias" antes de saber que había sido una muy buena decisión venir.

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Luego de hacerlo esperar tanto tiempo decidí que mínimo debía invitarle el desayuno para recompensarlo un poco, sin embargo el se negó rotundamente alegando que él me había invitado a salir y era injusto y bla bla bla.

Así que ahora que estamos afuera del restaurante y nos encontramos en mi auto (Porque si no podía ser más lindo, había tenido que llegar en metro ya que su coche estaba en reparación, aun así no quiso cancelar la cita.) decidí llevarlo por un helado, mínimo.

Arranque y traté de ir con tranquilidad y cuidado, sobre todo porque él se me quedaba viendo.

Después de varios minutos de ansiedad, le hice la plática.

-¿Ibas a ir al trabajo o así?- Le pregunté aún un poco nerviosa por su apariencia.

-Oh.- Exclamó sorprendido mientras se miraba.- Creo que me arreglé demasiado.- Se disculpó.

¿Podría llegar a ser más tierno?

- No, no, no. Dios, no te disculpes.- Sobre todo cuando te ves tan sexy así. pensé - Te ves bien.- 

De inmediato se sonrojó y murmuró un gracias. ¿De dónde venía este hombre?

Sonreí complacida de haber hecho sonrojar a uno de los hombre más guapos que conocía y me concentre en el camino.

-Creí que al final te habías arrepentido de salir conmigo. Sobre todo de arruinar nuestra amistad o así. No sabes cuanto me alegré cuando te vi parada a mi lado. 

Maldición, cásate conmigo.

-En serio discúlpame.- Dije.- Y no pienses eso, realmente me encantó salir contigo.

Bien, ya, lo admití, ¿okay?.

Una vez que llegamos a los helados me bajé mientras rogaba porque no me viera tan roja como me sentía. ¿Desde cuándo me ponía así con él? Es decir, llevo casi tres años trabajando a su lado y a pesar de que a veces me ponía nerviosa a su lado, sobre todo cuando me preguntaban si habíamos estado juntos, bueno, se veían sorprendidos al saber que sólo éramos amigos.

Lo entiendo, semejante hombre y ¿ni siquiera había intentado besarlo? 

Pues no, la verdad es que nunca pensé en ningún chico como más que mi amigo después de Nathaniel...

ME ODIO.

¿Qué demonios? Iba todo tan bien y ahora siento como su recuerdo arruina toda la felicidad que había sentido hasta ahora.

-¿Estás bien?- me preguntó Zac mientras me veía preocupado.

Contrólate Madisson.

-Claro jeje.- La risa sonó como estrangulada hasta para mi.- ¿Vamos por ese helado?.- Pregunté desesperada por cambiar de tema.

En serio Nathaniel, ¿Cuándo te podré olvidar?

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HOLA!!!!!!!

Nuevo Capitulo JAJAJA

Voten si les gustó y comenten que les pareció :3

¿Les gustó Zac? A mi si jajaja 

Y díganme, ¿De dónde son? Desde aquí las saluda una mexicana <3


El de la foto, obvio, es Zac JAJA


En guerra con el enemigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora