Destiel: "Uncontrolled"

PRÓLOGO

~Básicamente, aquí leeremos la épica escena, en dónde Dean se encuentra con Castiel por primera vez, escena que no sólo yo, sino la mayoría de ustedes, supongo aman. Es más para darle una leve introducción. ~

PRÓLOGO

-¿Estás seguro que has hecho el ritual correcto?-

Cuestionó un castaño claro de ojos verdes con algo de exasperación, hacia el hombre quien era cómo un padre adoptivo, para aquel muchacho de 30 años, que respondía al nombre de Dean Winchester.

Pues ya habían estado esperando más de 5 minutos y nada había sucedido.

Bobby cómo se hacía llamar aquel hombre viejo y cascarrabias, pero que daría todo por sus <chicos>, le miró de manera seria y con la reprimenda en su mirada, y Dean sólo atinó a disculparse.

-Lo siento, no seas quisquilloso.-

Pero cuando terminó de decir aquella frase, las chapas del galpón en el que se encontraban comenzaron a moverse de una manera brusca provocando un estruendoso ruido.

-Es un deseo, pero tal vez sólo sea el viento...-

Intentó convencerse el más joven allí entre aquellos dos, pero aquellas palabras, murieron y carecieron de sentido, cuando las bombillas de luz, comenzaron a explotar, causando que ambos hombres se encogieran sobre sus hombros, protegiendo su rostro de los vidrios y chispas que comenzaban a caer dispersos por todos lados.

La gran puerta que tenían asegurada más que bien, cedió con facilidad, ante el paso de un ser que caminaba hacia ellos, parsimonioso y totalmente inexpresivo.

El cazador, junto a su <padre adoptivo> podría decirse, comenzaron a disparar a aquella criatura que tenía forma humana, pero al parecer, ni los sellos ni las balas surgían efectos en él, pues éste ser misterioso, seguía avanzando cómo si no sucediese nada.

Dean dejó su escopeta recortada cargada de sal, y optó por aquel cuchillo mata demonio que en más de una ocasión le había salvado la vida. Lo escondió detrás de su espalda, esperó a tener a su blanco un poco más cerca y escéptico cuestionó;

-¿Quién eres?-

-Soy quien te sujetó fuerte y te sacó de la perdición.-

Aquellas fueron sus primeras palabras, a las que Dean respondió con ironía ante ellas.

-¿Sí? Gracias por ello.-

Y sin pensarlo más tiempo, atinó a clavar aquel cuchillo en el corazón de aquel ser. Pero aquello tampoco surgió efecto, aquel sujeto de cabello azabache y ojos zarcos, se le quedó mirando unos segundos como si nada, y ante aquella total falta de sentimientos o dolor, Dean abrió sus ojos más que sorprendido. El pelinegro bajó su mirada ahora hacia aquel cuchillo aún clavado en su pecho, y con algo de molestia, se lo quitó y lo dejó caer, mirando al de ojos verdes, haciéndole notar, lo insignificante que había sido su <ataque sorpresa>.

Dean aún más que sorprendido, miró hacia Bobby inconscientemente buscando una respuesta, ayuda, y éste quien había tomado un fierro quien sabe en qué momento, intentó atacar por la espalda, a aquello que parecía un simple humano, pero que no lo era para nada, pero éste se dio vuelta antes que el más viejo pudiese hacer algo, le sujetó el fierro, y manteniendo inmóvil al mayor con una sola mano debido a que su fuerza era superior a la de éste, colocó dos dedos en su frente, durmió al mayor, viéndolo cómo este caía al suelo, totalmente inconsciente en cuestión de segundos, giró sobre su eje, y volvió a enfocar su mirada zarca en la oliva del ajeno, quien por cierto, aún seguía levemente paralizado por el extraordinario poder, que aquel sujeto parecía poseer.