Destiel: "Uncontrolled"

Parte 2

-...¿Cuál será el costo? Porque magia cómo esta, no viene gratis. No, viene con un precio ¡qué pagas con sangre! ¡Así que gracias, pero no! Estoy bien.- [...]

-¡NO!- Exclamó Castiel, totalmente harto de todo, tomando el hombro repentinamente para detenerlo y colocarse en frente. –No lo estás.- Profirió ahora con un tono más suave y dulce.

Soltó al menor quien había fijado su mirada en aquella mano sobre su hombro y volvió a mirar al de mirada zarca, quien también a su vez le miró transmitiéndole una determinación, que quizás aunque lo negara, le hizo estremecer levemente.-Tal vez podrás luchar contra la Marca por años. Tal vez por siglos, cómo Caín lo hizo. Pero no podrás combatirla por siempre. Y cuando finalmente te conviertas... y lo harás;- Haciendo referencia a que terminaría convirtiéndose en aquello contra lo que luchó tan arduamente, un Caballero del Infierno, hizo una pausa, captando ahora la atención del castaño y continuó hablando... -Sam y todos a los que conoces, a los que amas, seguramente habrán muerto hace muchísimo tiempo atrás. Todos excepto... yo.- Aquel tono descendente para enfatizar aquello último, hizo tragar saliva al de ojos verdes, el pelinegro aún se mantenía mirándolo fijamente a los ojos, mientras éste le observaba en silencio ante aquel pequeño discurso que el mayor estaba dándole para hacerlo entrar en razón, y quizás lo estaba logrando. El menor parecía estar escuchando y notando las consecuencias de sus actos. –Seré el único que tendrá que observarte asesinar al mundo entero. Así que si hay aunque sea una mínima posibilidad de que podamos salvarte, no te dejaré abandonar esta habitación.-

Hoy sé que si no estás conmigo

Se me rompe el alma

¡Y hoy sé!

Qué pasará en mi vida

Si ya no estás tú

Si no estás tú

No sé cómo sería sin ti

Aquellas palabras fueron contundentes, determinantes, parecía como si realmente estuviera dándole un ultimátum, y no una simple advertencia.

-Oh, ¿así que piensas que tienes esa opción?-

Cuestionó una vez más irónico.

-Pienso que la Marca está cambiándote.-

Expresó con decisión y seguridad, mientras entrecerraba sus ojos un poco, penetrando casi al menor con su mirada.

-Te equivocas.-

-¿Lo hago?- El menor asintió, pero Castiel no le dejó hablar. –Porque el Dean Winchester que conozco, nunca hubiera asesinado a ese chico.- Su mirada finalmente se dirigió a aquel cadáver del muchacho <inocente>.

Dean se giró también para mirar aquello cómo si se tratase de excremento pisado y habló.

-Sí, pues... Ese Dean, siempre ha sido un imbécil.-

Sentenció, con algo de desprecio y atinó a sobrepasar al mayor y retirarse de allí, pero éste, una vez más, le detuvo, colocando su mano en su hombro nuevamente.

-Dean.- El mencionado le miró, Cas le respondió a aquella mirada y volvió a hablar. –No quiero tener que herirte.-

La mirada del castaño viajó nuevamente de aquella mano sobre su hombro, a los ojos del mayor y habló.

-No creo, que eso signifique un problema.-

Habló ahora prácticamente inexpresivo, causando la confusión en el ángel, lo cual se vio impregnada en su mirada, pero antes que pudiera entender lo que sucedía, Dean colocó su mano en la del pelinegro e ignorando esa pequeña correntada que sintió en su interior, prosiguió a quitarla con brusquedad, haciendo sonar su brazo cómo si lo hubiese quebrado.