Inicio

531 84 67
                                    

El despertador comenzó a emitir su agudo y repetitivo pitido, anunciando que eran las 7:00 AM y que la hora en la que Dany debía levantarse para asistir al colegio había llegado.

La joven comenzó a gruñir y removerse bajo las sabanas, se cubrió lo más posible con la almohada para dejar de escuchar aquel infernal sonido, trató de volver a dormir pero le fue imposible, la alarma seguía sonando. Después de unos segundos se rindió y se vio obligada a sacar la mano de debajo de las cobijas para extenderla hacia la mesa que se encontraba al lado de su cama, tentó a ciegas hasta hallar el aparato y al encontrarlo lo hizo callar con un fuerte golpe, feliz por no escuchar ningún ruido más, retomó su tarea de coinciliar nuevamente el sueño.

Justo cuando estaba a punto de lograrlo un fuerte golpe en la puerta le hizo pegar un salto en la cama.

—¡Arriba que es tarde y hoy inicias tu primer día en la escuela!—gritó alguien desde la puerta y al escucharlo, la chica se incorporó de inmediato para dedicarle una mirada molesta por haber interrumpido su sueño.

—Dylan, por amor de Dios, son las 7 de la mañana, entramos a las 8:30, ¿Quieres largarte y dejarme dormir?—dijo para posteriormente volver a recostarse y cubrirse con las cobijas y almohadas.—Además, nadie te dio permiso de entrar a mi habitación, ¡Tienes 10 segundos para salir!—advirtió en un grito que apenas se escuchó por la cantidad de sabanas que tenía encima, su hermano se cruzó de brazos y con una sonrisa retadora en sus labios le preguntó:

—¿Y si me niego, qué?

—Te saco a la fuerza—respondió y de inmediato se despojó de todo para levantarse, tomar una almohada y arrojarla hacia su hermano, quién ya veía venir el ataque y por ello logró esquivarla agílmente. Casi de inmedianto Dylan se lanzó contra su hermana para contraatacar y pronto se vieron envueltos en un duelo de forcejeos e intentos vagos de que alguno lograra tirar al otro de la cama primero. Dylan tomó a su hermana por las muñecas para detener sus golpes y ella trató de liberarse para tomarlo por el cuello y derribarlo.

—¿Cuántas veces les he dicho que no se lleven así? ¡Se van a lastimar!—exclamó una voz autoritaría desde el marco de la puerta, acto seguido, Dylan se quitó de encima de Dany y le dedicó un último golpe antes de que ambos llevaran su atención a la persona que interrumpió su pelea, su madre.—Dense prisa, se les hará tarde para ir a la escuela—avisó en un gruñido antes de continuar su camino.

—No creas que te libraras de esta—anunció Dylan señalandola, amenazante.

—Después lo arreglamos—respondió sin importancia, él sonrió.—Ahora, ¡Sal de mi habitación!—pidió al tiempo que señalaba la salida, Dylan le dedicó una mira con aires de superioridad para luego salir y cerrar la puerta con fuerza.

La chica se limitó a responder con el mismo gesto antes de dirigirse a su armario para elegir la ropa que se pondría en su primer día de clases, a sabiendas de que debía causar una buena primera impresión buscó lo indicado para la ocasión, pero después de meditarlo buscó algo común que usaría un día cualquiera, no necesitaba demostrar nada ante nadie, no pensaba hacerse pasar por algo que no era ante gente tan falsa y superficial como la que asistía a ese colegio de quinta.

Al terminar de cambiarse fue por su mochila para introducir en ella un par de cuadernos, plumas y lo más importante e indispensable para ella, sus audífonos.

Una vez lista, salió de su habitación y bajó a toda prisa hasta la cocina, dónde Dylan ya se encuentraba sentado en el mostrador, hablando con su madre de un tema que a Dany poco le importó escuchar. Se dirigió a la barra y tomó una manzana del bowl para darle un gran mordisco y saborear la tropical dulzura de la rojiza fruta. Sin decir una palabra dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida, al verla su hermano bajó de la barra, se despidió de su madre y corrió para darle alcance, al salir a la calle la vio caminar hacia la parada del bus, aceleró el paso hasta llegar a su lado y al hacerlo le habló algo molesto.

—Creí que habíamos acordado irnos juntos, ¿Por qué te adelantas?.

—Eso solo lo hicimos para hacerle creer a mamá que estaría bajo tu supervisión y no haría una locura como escaparme y no asistir a clases, pero no pienso llegar junto a ti al colegio.

—¿Por qué?.

—Lo que menos quiero es que todos me conozcan por ser la hermana menor del mejor delantero del equipo de fútbol, además de ser uno de los chicos más populares del colegio. No seré tu sombra.

—Eventualmente se darán cuenta, llevamos el mismo apellido y aunque odie admitirlo, nos parecemos bastante.

—Sí, pero para entonces yo ya me habré creado mi propia reputación—una sonrisa se formó en sus labios y Dylan no tuvo que preguntarle  nada para saber a qué se refería con "crear su reputación".

********
Bueeeeeno, como se habrán dado cuenta Dany viene más fiera que nunca jajaja, ahora si viene lo shido xd.

Una chica rebelde (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora