—Aquí Batman reportandome con Raven, ¿Puedes escucharme?, repito, ¿puedes escucharme?, cambio.
—Sí Jay, puedo escucharte—respondió Dany, pegando un poco más el audifono a su oído.
—¡No soy Jay, soy Batman!, y di cambio al terminar una oración, cambio.
—No entiendo por qué debemos usar nombres claves y decir cambio cuando solo me estás hablando por los auriculares, la gente de las otras mesas me está mirando raro, piensan que estoy hablando sola.
—Entiende, es la única manera en la que puedo comunicarme contigo, además, no deberías quejarte, no eres tú quién está usando un abrigo enorme además de un sombrero y gafas oscuras en pleno verano—se quejó Jay mientras con la mano trataba de darse un poco de aire en la cara, la ropa lo estaba sofocando—¿Aun no hay señales de Robin? Cambio.
—¿De quién?.
—¡Del chico con el que tendrás una cita!.
—Oh, hablas de Tristán—Dany rió, eso de los nombres clave la hacia confundirse.—No, aún no ha llegado, y ya te dije que no es una cita.
—Sí, sí lo es, creí que ya había quedado claro el tema—Dany puso los ojos en blanco y se recargó en la mesa para escuchar el parloteo de Jay por el auricular.
—Esto es ridículo—suspiró Dany antes de esconder la cara entre sus brazos y golpear su frente contra la mesa.
Jay, por otra parte, se mantenía atento, vigilando la entrada del lugar, esperando que aquel chico que Dany había descrito como alguien de ojos azules claros como el cielo y cabello castaño algo rizado entrara por esa puerta haciendo sonar la campanilla.
Tras unos minutos de espera, Tristán apareció por el marco de la puerta, se detuvo un momento en la entrada y miró hacia todas partes con la esperanza de encontrar a Dany sentada en algún lugar del establecimiento, no tardó en encontrarla en una de las mesas del rincón, la chica se encontraba en la misma posición, recostada sobre la mesa, con la cabeza oculta entre sus brazos, Tristán sonrió y caminó hacia ella.
Jay miró atento al joven que se encaminaba hacia la mesa de su mejor amiga, lo observó y no tardó en descubrir que se trataba de la cita de Dany, el chico era la descripción exacta que ella le había dado, sin duda era él.
—¡Dany!, quiero decir, Raven, aquí Batman, Robin está en la baticueva, repito, Robin está en la baticueva—Dany levantó la cabeza y pegó más el auricular a su oído.
—¿Qué?.
—¡Tú cita está aquí, Tristán llegó!.
—¡Ya te dije que él no es mi...!
—Hola Dany, disculpa la demora, espero que no lleves mucho tiempo esperando—la interrumpió Tristán, quién había tomado asiento frente a ella del otro lado de la mesa.
—Cita—terminó murmurando, tardó unos segundos en reaccionar y cuando lo hizo le dedicó una sonrisa forzada al castaño.—En realidad solo llevo aquí un par de minutos—le dijo, Tristán soltó un suspiro y sonrió.
—En realidad llevas 10 minutos esperando, por lo que eso le quita puntos en en el tema de la puntualidad.—habló Jay.—debe tener una buena excusa para llegar tarde, pregúntale por qué tardó tanto.
—No voy a preguntarle eso, Jay—susurró Dany, girándose un poco para esconder el auricular ante la vista del chico que tenía frente a ella.
—¿Dijiste algo?—le preguntó Tristán.
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Una chica rebelde (Pausada)
Short StoryDany Ibañez es lo que muchos llaman: una chica rebelde y problemática. Luego de ser expulsada de su colegio por graves faltas de comportamiento sus padres deciden que Dany entre al instituto donde Dylan, su hermano mayor, estudia. Un lugar donde el...