El árbol de la libertad

Una planta especial

     El niño se quedó mirando, esperando a ver qué pasaba, pero antes de que saliera nada de la tierra, regresó con su abuelo que lo estaba llamando. Este le presentó a un fauno, al cual podría recurrir Jace si algo le pasaba o se encontraba en apuros. Digory le vio una expresión de extrañeza y de pillería en la cara, y le preguntó qué hizo en ese tiempo, el niño le contestó que había plantado una cosa, pero que no podía decir que era. Entonces su abuelo, le explicó que podía ser peligroso si intentabas que germinara algo que no debías, pero confió en él.

     Jace se sintió culpable y asustado, sabía que no estaba bien lo que acababa de hacer, y fue inmediatamente al lugar que había escogido, pero al llegar vio que era demasiado tarde… ya había crecido, había un árbol que se veía como pixelado, y al intentar tocarlo no estaba, ¡era un holograma! Jace había plantado su videojuego para ver si así se multiplicaba. Pidió perdón a Aslan, y a este le hizo gracia, ¡que inocente podía llegar a ser un niño!