La libertad

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     Aslan estaba mejor, y todo parecía volver a la normalidad. Tan pronto se puso en pie, los animales volvieron a hablar, todo estaba más tranquilo. Pero el león tenía tristeza en su mirada, pero nadie le preguntó, ya que suponían que era por lo que acababa de suceder.

     Aslan apartó a Jace para hablar con él, le preguntó cómo era el mundo fuera de Narnia, cómo eran los animales y las casas, ya que nunca había salido de allí. El niño le explicó cómo veía él las cosas fuera, las diferencias y que allí no todo lo que plantas va a crecer, sólo las semillas. Aunque un león en la ciudad sería un escándalo, le dijo dónde vivían los leones, en la sabana. Entonces a Aslan le brillaron los ojos, empezó a imaginarse su vida allí. Jace le dijo que cerrara los ojos y lo siguiera, este le hizo caso y cuándo le mandó abrirlos estaban en el ático de la casa, enfrente del armario. Detrás de ellos salió el abuelo Digory, para saber qué había hecho su nieto. Pero por la cara de felicidad de Aslan pronto lo comprendió.

     Después de todo, es un león, y necesita algo de libertad y tranquilidad, aunque sea “el rey de la selva” también quiere sentirse libre, y sin preocupaciones.

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⏰ Última actualización: Jun 03, 2017 ⏰

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