Tal vez no había justificación para los golpes que le hizo, las humillaciones y todo el dolor que le provocó pero ahora no podía pensar en ello. Los pensamientos de aquel rizado, sentado, mirando las asquerosidades de su madre de pequeño, le hacían perdonarle todo.
¿Qué era lo que de verdad sentía por el ojiverde?
Un enigma en su mente y corazón, una parte le decía que lo odiaba por todo pero otra era muy distinta y quería que fueran felices.
-Lou ¿Puedes venir un momento?- preguntó el rizado.
-Claro.- aceptó, siguiendo la figura de Harry.
¿Por qué su orgullo no le permitía besarlo? Decirle cuanto lo quiere. Quedarse en sus brazos para toda su vida.
-Eh... ¿Puedo cubrirte los ojos?- Harry estaba nervioso, lo sabía. Era graciosa esa faceta, sus mejillas estaban con un pequeño toque de sonrojó y sus esmeraldas no podían mirarlo directamente.
-De acuerdo.- el rizado se posicionó detrás de él y con su enorme mano cubrió sus zafiros.-Si me haces caer te corto el pene.- amenazó.
-Jamás te dejaría caer.- susurró en su oído.- Si tu caes yo caigo contigo.- besó la parte trasera de su oreja.
-Alguien estuvo viendo Titanic.- rió.
¿Por qué los humanos son tan complejos? Si algo quieren tardan mucho en tomarlo. Si amaba a alguien tardan siglos en decidirse.
-Espero que no sea muy cliché.- quitó sus manos.- Lo hice yo mismo.-
Louis miraba como el patio trasero estaba adornado, tal vez tenía los adornos chuecos y algunos estaban completamente mal hechos pero lo importante era que lo había hecho Harry.
Había puesto velas con el nombre de Louis y un corazón, literalmente el corazón con arterias.
-Tardé un poco pero... Olvídalo esta horrible.- comentó Harry.- sólo... Sólo quería decirte ésto... Ahmm...- se notaría millones de kilómetros lo nervioso que estaba.- Lou... Yo... Te quiero...Te quiero mucho...Y... Quiero que seas... Mi pareja... Formalmente.-
Los brazos del castaño rodearon el cuerpo de Harry, era un gesto lindo el que había hecho.
-Idiota... Eres un imbécil Harry.-
-Pero qué-
-Un completo idiota por hacer este tipo de cosas, un imbécil por tardarte tanto.- sonrió.- Soy tu pareja desde el momento que pise tu casa.-
La felicidad estaba en sus cuerpos, era una muy grande y diferente a las demás. No era como cuando consigues boleto para ver a tu artista favorito o cuando consigues un álbum único, esa felicidad no se podía compara a la que sentían ahora.
-Eres... Eres mi vida Lou, a pesar de que llegaste a ella por obligación. Quiero ser todo en tu vida, caminar por la calle y decir que soy tuyo, decir que eres lo más precioso que tengo.-
-Harry...-
-Amame Lou, no sólo me sonrías, necesito que me ames para sentirme bien, para sentirme completo.- acarició su espalda.- Quiero ser todo en tu vida Louis, como tú eres en la mía.- Sus palabras hacían que los zafiros de Louis gotearan.- Déjame mirarte a cada mañana y que yo sea lo primero que veas y lo último cuando duermas.- besó su cabello.- Amame como yo te amo. Aunque sea un poquito, no me importaría cuanto, sólo quiero tu cariño.-
-Ya lo tienes Harry.- el abrazo se comenzaba a deshacer.- Yo también quiero que seas mío, y que yo sea tuyo.- finalizó besando los labios de Harry.
Aquella escena era como una película romántica, las palabras parecían provenientes de una cinta de Hollywood. Pero era más real que todo lo anterior.
-Me podré ir tranquilo.- sonrió Des. Mirando la escena desde su habitación.
-¿Por qué lo dice?- preguntó Steve.
-Louis es el indicado para Harry, Louis vino a salvar a mi hijo.-