capítulo; uno

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Se deleitaba observando como esa rosada lengua se paseaba por sus labios, tenía tantas ganas de apoderarse de esa traviesa lengua que lo estába volviendo loco. El movimento de sus caderas lo hipnotizaban, necesitaba sentirlas sobre su cuerpo, moviéndose de arriba a bajo, buscando ese dulce punto que lo haría ver las estrellas.

Jungkook nunca cometía errores y cuando lo hacía, los solucionaba casí al instante, pero nunca pensó que su error sería por Taehyung, perdió su posición y equilíbrio, arruinando la coreografía. Ante las insistencias de su líder, el pelinegro se retiro del ensayo, solo los observaría mientras descansaba, pues según los mayores, no debía sobre esforzarse.

Su mirada recorría esa bella silueta que lo hacía perder la razón, deseaba escuchar palabras lascivas ser prounciadas por esos belfos que tanto deseaba probar, quería hacerse dueño de ese cuerpo, hacerlo retorcerse de placer y morderlo a su antojo hasta dejar marcas visibles, para que todos supieran que le pertenecía solo a él.

Sus pensamientos pronto formaron un lío en su cabeza, deseaba hacer a Taehyung gemir y retorcerse en placer, deseaba ser él quien lo llevará al límite, pero escuchar un -Te amo- adornado de un tierno beso durante aquél feroz acto, no era una idea que le desagradara, ser abrazado por el castaño mientras lo besaba con ternura, no sonaba nada mal.

El pelinegro comenzó a sentir sus parpados pesados, el sueño poco a poco se fue formando, haciendolo caer en un profundo sueño. Los mayores no creían que fuera correcto dejarlo dormir ahí, sería mucho más cómodo si fuese a casa, pero sabían de ante mano lo testarudo que podía ser Jungkook, se negaría sin dudarlo, continuaron ensayando, despertarian al mas jóven antes de regresar al departamento.

「 ♡ 」

Sentía como su mejilla era acariciada suavemente, una mano recorría su rostro trazando delicadamente cada una de sus facciones, abrió sus ojos lentamente encontrándose con la sonrisa de Taehyung, este estaba sentado juntó a él, admirandolo mientras dormía.

—Al fin despiertas.— El mayor se recargó en el hombro del pelinegro. —Jungkook ¿por qué me observabas tanto? Si quires aprender ¿no deberías ver a Jimin o Hoseok hyung?

El menor observó a Taehyung, no tenía palabras para responder, pensaba que el castaño no se daría cuenta, se veía tan concentrado en la coreografía que no imaginaba que estuviese tan atento a su alrededor.

—Jungkook.— Sus miradas se conectaron, sin decir más, Taehyung tomó su rostro entre sus manos y lo besó.

Era un beso lento, el cual se volvía mas caliente poco a poco, Jungkook no dudó en juguetear con esa traviesa lengua que lo volvia loco, mordió y tiro de esos rosados belfos, reclamandolos como suyos, dejandolos rojos por morderlos tanto, los leves gemidos que trataban de escapar de la boca del mayor lo llevaban a desear más. Taehyung se acomodó quedando a horcajadas sobre el menor, enredando sus dedos en los finos cabellos negros de Jungkook, intensificando asi aquel feroz beso que los dejaba deseando provar más.

Respiraciones entre cortadas fue lo que dejo aquel beso, sus miradas se conectaron, reflejando el deseó en ellos. —Hyung, te deseó demasiado.

Una sonrisa ladina se formó en los labios del castaño, acerco su rotro al contrario quedando sus labios a escaso centímetros. —Me tienes, puedes hacer conmigo lo que desees.

Jungkook se apoderó nuevamente de esos labios que lo hacian perder la razón, introdujo su lengua en la boca ajena, jugando y probando la contraria. Un gruñido escapó de sus labios al sentir a Taehyung restregar su trasero sobre su creciente miembro, el mayor movía sus caderas lento, torturandolo con leves movimentos que lo hacían desear más. Sus manos se amoldaban a la perfección en la cintura del castaño, el pelinegro sujetó el cuerpo del mayor posicionándose sobre él, ahora tenía ese perfecto cuerpo a su disposición, era libre de besar, morder y marcar ese acanelado cuello, los gemidos que escapaban de los rosados belfos del mayor lo hacían querer más, deseaba hacer ese cuerpo suyo.

Sus manos recorrieron el cuerpo de Taehyung, deteniéndose en el borde de su pantalón, una sonrisa ladina se formó en sus labios al ver el rostro sonrojado del mayor, lentamente desabrochó y deslizó sus pantalones, tomando en sus manos las largas y delgadas piernas del castaño antes de comenzar a recorrerlas con sus labios, dejando húmedo el lugar donde sus labios se posaban. Jungkook detuvo sus besos al toparse con la fina tela que cubría la notoria erección de Taehyung, una sonrisa se apoderó de sus labios al deleitarse con los gemidos del castaño al ser tocado en tan sensible parte, aún sobre la tela, Jungkook acariciaba su necesitado miembro, haciendo al mayor gemir de placer.

Liberó la aprisionada erección del castaño de la ajustada tela que lo estaba torturando, necesitaba sentir las manos de Jungkook sobre su piel, ser consumido por el placer del orgasmo. El pelinegro comenzó un vaivén por la extensión del miembro de Taehyung, recorriendolo lentamente de arriba abajo, poco a poco aumentado el ritmo de sus carícias, con su mano libre desabotono la camisa del mayor, dejando su suave y acanelada piel expuesta. La lengua del menor se paseaba recorriendo y humedeciendo el caminó desde el abdomen del castaño hasta su pecho, lamía y succionaba esos lindos y sensibles botones que adornaban su pecho.

Las múltiples sensaciones que recorrían su cuerpo amenazaban a Taehyung con llevarlo al climax, uno muy placentero, sus labios buscaron desesperados los labios ajenos, callando sus gemidos al momento en que tiro del cabello de Jungkook para atraerlo a un feroz y deseoso beso, iniciando asi un juego con sus lenguas, chasquidos y lascivos sonidos inundaron la habitación. Pronunciaba el nombre del menor entre gemidos, los cuales morían en medio de aquel beso, la forma en Jungkook acariciaba su miembro lo hacían perder la razón, haciéndolo desear más, sintió un cosquilleo en su abdomen indicándole que su climax estaba cerca.

Sus labios se separaron permitiéndole al mayor de ambos soltar un sonoro gemido cuando se corrio en la mano del menor. —¡Jungkook-ah!

Sus respiraciones se encontraban agitadas, sus cuerpos deseosos nublaban cualquier pensamiento coherente, solo querían sentirse y probar el elixir del otro, convertirse en uno sólo. Sus orbes brillantes por la excitación los incitaba a seguir, dar un paso más y probar del fruto prohibido, las manos del pelinegro se paseaban por las hermosas curvas de Taehyung, pero no era suficiente, necesitaba más, ese curvilíneo cuerpo lo provocaba e incitaba a sacar sus más feroces instintos.

「 ♡ 」

Abrió sus ojos lentamente, acostumbrándose a la luz de aquella habitación, una silueta se formó frente a sus ojos.

—Jungkook despierta o te dejaremos aqui.

La risa de Jimin lo hizó exaltarse, se paro rápidamente viendo confundido a su alrededor, encontrándose con una sala vacía y a su hyung con una mueca de diversión.

—Kookie la práctica terminó, te quedaste dormido a la mitad del ensayó, ve por tus cosas o nos dejarán.

—Ah si.

Tomó sus cosas bajo la atenta mirada de su hyung dedicándole una sonrisa antes de salir junto a el. Por su mente solo pasaba aquella imagen de Taehyung sonrojado antes sus caricias, sus besos, pero solo había sido un sueño, un jodido sueño que ahora lo consumía.

❛ Jeon pervertido❟ kooktaeᵎ.˚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora