No había notado lo cansada que estaba hasta que oí la trifulca en la cocina, sin pensarlo me levanté rápidamente y me vestí, cuando salgo de la habitación, vi que Jane y una chica (con ropa de festival de renacimiento) discutían, hasta que me vieron y callaron.
—¿Es ella verdad?
—Si -contestó Jane-
—Hannah Theresa Torres -mierda, ¿cómo sabe mi nombre completo?- Soy Lady Sif de Asgard y el Padre de Todo solicita una audiencia contigo
—¿Qué? -a estas alturas iba a desmayarme, un dios asgardiano (y el más importante, quería verme)
—Vine aquí a llevarte con el padre de todo, espero tu cooperación
—¡NO PUEDES LLEVARTELA! -gritó Jane para mi sorpresa-
—Lo lamento, yo solo obedezco al rey
—Está bien Jane, iré
—¡NO PUEDES!
—Si puedo -le contesté tranquilamente, y la miré diciendole en silencio que sería más fácil si voy a asgard, ella sabe mis intenciones y parecía que me había entendido por que solo asintió- Voy a ir
—De acuerdo, ¿quieres que le avise a tus familiares?
—No, así estoy bien Lady Sif, vámonos
—Muy bien.
Caminamos hacia el desierto de Nuevo México en espera de que Heimdall nos abra el puente, aún no imagino de que me dirá el padre de todo, de si sabrá de mis intenciones de matar a su hijo, sólo se que estoy cada vez más cerca de cumplir mi objetivo y espero que pueda hacerlo.