Mi mente aún no podía Procesar lo que había pasado. Le ordene a Oliver quedarse en su habitación por él resto del día. Podía ver a Remo caminar de un lado a otro desde arriba.
Se sentía culpable de lo que Oliver había hecho.
— Ana, ¿puedes explicarme que es lo que pasa? — Me dijo, mientras encendía un cigarrillo y se sentaba en el sillón.
—¿Te acuerdas de esto?— le mostré el dibujo mientras baje las escaleras. me senté frente a él.— lo encontré hoy en la bañera, junto a este— le coloque enfrente él nuevo dibujo del ave. Él lo miro algo confundido. Así que trate de explicarle todo lo que había pasado en su ausencia. Desde la noche de palabras locas hasta la noche que supe que él nombre del ave era Niebla.
— ¿Que piensas hacer?— me dijo Remo después de escuchar todos los hechos.
— Mama me recomendó llevarlo al psicólogo. Tome una cita para él lunes.
— No te veo muy convencida.— dijo soltando él humo del cigarrillo.
— No lo estoy — respondí de inmediato — Me apego firmemente, en que esta bien que un niño crea tener un amigo sacado de su imaginación, eso ayuda a desarrollar su creatividad. En lo personal es algo tierno y no me parece algo de tratar con especialista.— Explique
— pero él debe saber diferenciar entre la realidad y lo ficticio. Todo tiene un limite Ana. Y Oliver, para mi. Ya lo ha sobrepasado.— dijo apagando su cigarrillo. — ¡Luí! — le grito al verlo bajar de las escaleras— ven aquí hijo— dijo abriéndose de brazos para recibir al pequeño.
Oscureció muy rápido. Decidí subir y hablar con Oliver, pero esa vez trate de ser más firme con él.
— Oliv — abrí la puerta con cuidado. Él se encontraba acostado. — Quiero que hables con mamá, sabes que puedes confiar en mi ¿verdad?— me senté a su lado. Me miro a los ojos sin decir una palabra. — ¿Sabes por que te envíe a tu habitación? Lo que paso en él patio no estuvo bien ¿lo sabes?— él solo bajo su mirada. Me acerque a su oído y le hable en voz baja.— Vi él dibujo de Niebla ¿Por que cubrías sus ojos?— Oliver miro hacia la ventana como si alguien estuviera allí. Pase mi mano por su cabeza y di un beso en su frente.— Esta bien amor. Mañana hablaremos de esto— la verdad no sabia como tomar control de la situación. Así que, me levante y me dirigí a la puerta, cuando él pregunto.
— ¿Mamá, qué es la Muerte?— me pare en seco y trague grueso. Me voltee lentamente.
— ¿Que dices Oliver?— Solo fue una reacción, sabia perfectamente lo que me había preguntado.
— ¿Morir qué es?.
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¿Que harías si tu hijo de 6años un día te pregunta sobre la muerte? ¿que palabras usarías para dar respuesta?
