Samantha.

𝐄𝐥 𝐜𝐚𝐯𝐢𝐚𝐫 𝐩𝐫𝐞𝐟𝐢𝐞𝐫𝐞 𝐧𝐞𝐠𝐚𝐫𝐬𝐞.

Era viernes, las clases ya habían terminado, al menos hasta el Lunes. En ese momento, me encontraba sentada en el mismo ventanal de siempre junto a Pad. Ella me contaba algunos de sus planes contra los Merodeadores y también algo sobre sus futuras bromas. No lo hacía con mucho detalle, ya que sabía que tengo amistad con todos y algo se me puede escapar.

-¿Te enteraste del baile de Navidad? -Le pregunté a Pad con poco interés, mientras leía uno de mis libros.

-Si, creo que haremos una de nuestras bromas allí.

Levanté mi vista del libro.

-¿No irás con nadie?

Ella comenzó a reír a carcajadas.

-Ya sabes mi respuesta, Sam.

Mientras seguíamos hablando sobre el tema, el hijo de Goyle, o como todos le decían, se acercó a nosotras, con aire nervioso, mientras tocaba sus manos muchas veces.

Pad lo rebajó con la mirada, en cambio yo seguía leyendo mi libro como si nada.

-¿Perdiste tu budín o que? -Preguntó Pad indiferente, algo molesta a causa de la presencia del muchacho.

-No...yo...Pad, quería preguntarte algo. -Murmuró el chico con cierta timidez.

Ella entrecerró los ojos y agitó una mano impaciente.

-Ya, escúpelo.

-¿Q-quisieras ir al baile de Navidad conmigo?

Levanté la vista de mi libro y observé a Pad que estaba pasmada por la pregunta. No pude evitar que una risita divertida se escapara de mis labios. En cambio el chico seguía tocando sus manos nerviosamente.

-¿Por qué yo? -Preguntó la muchacha horrorizada.

-Porque creo que me gustas -Goyle tragó saliva.- También creo que yo te gusto, porque me molestas mucho.

Pad comenzó a reír, y yo no pude evitar hacerlo también

-El día que guste de ti, será cuando dejes de repetir la ronda de postres en el almuerzo.

Miré a Goyle con lástima y luego a Pad, con la típica mirada de ''Miralo, además que junta valor, lo tratas así'' . Ella rodó los ojos y suspiró.

-Escucha Goyle, esto es así. -comenzó a decir Pad.- Yo soy caviar, y tú comida rápida, ¿entiendes?

El chico se rascó la nuca, intentando procesar en su mente lo que Pad acababa de decir.

-¿Entonces eso es un si?

-NO -Exclamó Pad, mirándolo algo impaciente ya.- Esfúmate, ve a comer algo, no se.

El chico se fue rápidamente y yo cerré mi libro.

-Pad, no seas tan mala con el.

-Es mi personalidad, además, como te dije, voy a estar demasiado ocupada en el baile.

...

Pad tuvo que irse a conseguir los materiales para su próxima broma, entonces decidí dar un tipo paseo por los pasillos.

No veía a Seamus desde la tarde que la había contado mi situación con Freddie. Tampoco lo encontraba por ninguna parte y siempre salía apurado de sus clases.

Algo brilló en mi muñeca y pude observar el brazalete. Lo acerqué a mis labios y comencé a hablar.

-¿Cara de manteca?

No hubo respuesta. Ya había empezado mal.

-¿Seamus?

Nada.

Bajé mi brazo y seguí caminando hasta las mazmorras.

...

Al llegar a la entrada de la sala común, estaba agotada. Me había levantado más temprano de lo normal y no veía la hora de acostarme a dormir.

Abrí la puerta, y mis ojos observaron algo que no me esperaba encontrar en ese momento.

Marcus y Pax besándose.

Se me cayó el libro de las manos y ambos se dieron vuelta, sorprendidos y con las mejillas rojas. Me tapé los ojos rápidamente con ambas manos.

-¡No vi nada! -Exclamé sumamente incómoda, mientras avanzaba por la sala sin poder ver absolutamente nada.

-Sam... -Comenzó Marcus, con el mismo tono que utilizaba cada vez que se impacientaba con algo.

-¡No vi nada! ¡No vi nada! -Choqué con la punta de una mesa, pero a pesar del dolor seguí sin destaparme los ojos- Auch...

-Sam, si te destapas los ojos, no te vas a chocar con nada. 

-Así estoy bien, de verdad. -Llegué al primer escalón y volví a tropezar. Me levanté rápidamente.- ¡Estoy bien! -Ahora si, quité las manos de mis ojos y subí cada dos escalones hasta llegar a la habitación.