Capítulo 7.

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- _____ ¡Despertate! Eu, despertate dale que ya es tarde.

Odio que me despierten y mas sacudiéndome, me pone de mal humor pero lo escuché cagandosé de risa mientras me pegaba con las almohadas y no podía enojarme.

Agarré mi celular, son las 11 de la mañana. Me levanto antes de que Damián me cague a trompadas y voy hasta la cocina.

-Eu te preparé el desayuno, decime si no soy lo mas.

-si no soy lo mas

-Que pelotuda JAJAJAJAJA -se tentó media hora- igual me puse la 10 y te lo preparé, hey.

-Y...Vos me invitaste a tu casa, si no me hacías el desayuno sos medio hijo de puta ahre

-Jajaja, tarada. -se sienta en frente mío para desayunar el también- ¿A donde podemos ir hoy pequeña saltamontes?

-¿Qué me decís pequeña? Pedazo de obelisco.

- Eh wacha con la altura no que es algo que me acompleja ahre

-Jajajaja bueno dale, ¿No hay una plaza por acá? Podemos ir a boludear o que se yo.

- Si, hay una a un par de cuadras? ¿Vamos? -Asentí y cuando terminamos de desayunar nos fuimos-

                       °°°°°°°°°°°°°°°
Al llegar a la plaza no había casi nadie, eso me encantaba, no me gusta estar rodeada de muchas personas. Caminamos un rato hasta que nos sentamos en uno de esos bancos que son de piedra con una mesa en medio y están pintados y nos pusimos a hablar, esta vez no nos iba a interrumpir nadie, por fin podríamos conocernos bien y charlar tranquilos.
El estaba sentado en el banco que estaba en frente mío y con los brazos apoyados en la mesita.

-¿No sabés como está el chico del accidente?

-¿Frijo? Hoy hablé con Midel, me dijo que está bien pero le dolía un poco la cabeza, que se había ido a la casa de el y se quedó a dormir ahí. -me responde y hace una cara pícara-

-me río- Ah bue... Pensé que la única parejita homosexual era la tuya con Ecko.

-me mira confundido- ¿Qué? No, estás flashando. Soy hetero, me gustan las chicas. -dice medio enojado y se sienta al lado mio enfrentandome-

- Las chicas y Ecko. -Sonrío-

-No, ______. Solo las mujeres.

-¿Quien me verifica eso eh?

-Yo. -dice, seguido de eso me agarra la cara con la mano, acercando mis labios a los suyos y besándome.

En ese momento me olvidé de todo, no fué mi primer beso pero mi rostro sostenido por la mano de Damián y sus suaves labios haciendo contacto con los mios hicieron que fuese el mejor.
No duró mas de 5 segundos, no puedo negar que me puse muy incómoda y eso hiciera que me separara rápidamente de el.

-P...Perdón, me tengo que ir. -Digo sin mirarlo a los ojos, rápidamente me doy vuelta y comienzo a caminar-

Será nuestro secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora