Mil y un pensamientos.

5.- Máscaras.

(Martha está presente de nuevo so... es como el personaje al que le ocurren la mayoría de sucesos, aunque no tengan relación alguna. Tal vez continúe las historias que dejo como "Durante la noche" o se queden en ideas inconclusos hasta que decida terminarlas de manera "seria")

Martha estaba en su cocina observando un aburrido programa de preguntas y respuestas en su televisor. Su cena ya estaba servida y se dirigió a tomar el control remoto para cambiar de canal. Un fuerte dolor de cabeza llegó a ella repentinamente producto de pararse tan apresuradamente así que tuvo que sostenerse del respaldo de la silla.

Cerró los ojos y todo volvió a ocurrir en cámara lenta pero ella estaba fuera de la cinta. Ella veía la imagen repetirse una y otra vez frente a sus ojos, se veía como se levantaba y como se sostenía de la silla, cerraba los ojos y todo volvía a repetirse una y otra y otra vez de manera cada vez más rápida.
Toda la imagen se fraccionó como un efecto de diapositiva y luego todo quedó blanco y poco a poco volvió a la cocina de su casa.

Pensó que estaba volviendo a sus ataques y que el Dr. Roland no le había indicado el medicamento adecuado y aunque pensó en volverlo a tomar ya había ingerido su dosis diaria antes y no quería morir por no seguir las indicaciones del doctor, después de todo su psiquiatra ya le había dicho que aunque tuviera ataques no podía duplicar o repetir el medicamento.

Se sentó en la silla y repasó la vista por toda la cocina. Todo se veía diferente, capa tras capa iba descubriendo la verdad de todo. Lo que sucedió antes era un estudio hacia ella misma para descubrir si ella también tenía capas y se deformaba luego de las pasadas. Por suerte no lo hizo, sino lo que hubiese pasado sería muy diferente.

Por otra parte iba desenmascarado todo lo que había a su alrededor y descubriendo que todo era muy diferente a lo que ella podía ver.
Tonalidades y formas difusas a las que su vista estaba acostumbrada irrumpieron su poca cordura, ya no tenía remedio si ya lo había visto nadie iba a sacárselo de su cabeza.
Un montón de preguntas llegaron a su mente y la aturdieron.

La verdad estaba por llegar y ella no tardaba en asimilar eran máscaras elaboradas con temor para evitar demostrar lo que realmente era cada cosa y persona, máscaras establecidas por la sociedad que etiqueta a cada actitud humana buscando controlarla y encajetarla en una categoría obligando a todos a conseguirse una propia que oculta su verdad.

Martha despertó y entendió que nada era lo que ella veía.
Y decidió que combatiría en contra de eso hasta el último de sus días.