Aunque sea una estupidez y yo solo lo creo, probablemente, Dylan se mudo del país para no verme, saben porque, porque soy tan divina que le hace mal.
Recién el día siguiente del siguiente recibo un mensaje de Dylan. "Perdón no pude ir, el lunes podes?" No Blair, no podes, no seas estúpida y contéstale que no y que se perdió una oportunidad muy valiosa. Sin embargo contesto "Si".
Lunes 14:30, como acordamos. Camino hacia el nuevo bar para almorzar con Dylan. Si Miranda estuviera aquí me mataría, me enterraría, me sacaría y me colgaría de un árbol. Si estas leyendo mis pensamientos, Miranda, lo siento amiguita.
Llego, me siento, llega Dylan.
- ¡Hey, Balir!
- Dylan ¿Cómo estas?
- Bien, bien.- "Bien", en serio, "bien", me dejaste plantada y estas "bien" - ¿Vos bien?
- Si, por suerte- Por suerte estoy viva, bien como el culo estoy, como voy a estar.
- Pidamos ¿Ok?
Yo asiento.
Le hace una seña a la camarera y ella se acerca con su libretita. Pregunta que vamos a pedir.
Como me hago la educada, pido una ensalada y un licuado, Dylan pide... Saben que, ni importa ¿Querían saber como fue mi cita? Bueno lo resumo. Fue un DESASTRE.
Como no era de esperar, Dylan lo arruino
Si queremos ser exactos, coqueteo con la camarera, derramó su soda en mi ensalada y ni siquiera me acompaño a casa.
Así que después de los dos desastres, aprendí que no hay que juntarse con Dylan.
Así que voy con Valentine Laveigg (Mi amiga italiana).
Valentine acaba de llegar de Napoles. Así que no se entiende mucho lo que dice, o sea, habla italinglish. Y si, le pongo nombres a las cosas raras que invento.
A ver, Valentine es dulce, extrovertida, sincera y sabe MUCHO de moda y make up, y cuando digo MUCHO es MUCHO.
Valentine me llevó a una crepería en donde nos encontramos con Miranda.
A esta altura ya tendrían que saber que pasó, conté mi historia, Miranda me dijo estúpida, Valentine casi que ni entendía y yo me moría de pena.
Más o menos dos días después, Valentina me llevó a su casa en Estados Unidos. Y tal vez no importa, pero tiene un hermano que esta más bueno que comer pizza con peperoni. Igual no me da ni la hora.
Me sirvo café, una, dos, tres, cinco tazas. Y me pongo al día con Valentine, le cuento todo. Y cada vez que hablaba de Dylan, echaba un insulto en italiano.
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Café para uno (DETENIDA)
Teen FictionEl whattsapp llego a las diez y ocho con cuarenta y cuatro, pero ni siquiera se esforzó en abrir el mensaje, simplemente hay una doble palomita gris. El olor del café es simplemente atrapante, los sonidos sutiles de cucharas golpeando contra esos p...