La música sonaba hasta destirparme los oídos, había varios escenarios individuales con caños y bailarinas por todos lados, eran exuberantes y estaban tan tapadas en maquillaje que eran irreconocibles.
No fue difícil encontrar a Tae, ebrio hasta más no poder saltaba al lado de Jin quien bailaba en un caño para su espectáculo personal. Era mejor que Jin le bailara a que lo hiciera otra. Pero estaban demasiado cerca y eso me ponía nervioso.
Jungkook estaba tirándole billetes a una chica que servía las cervezas, que se notaba a leguas que no era parte del show, aunque eso no parecía importarle, ya que seguía desparramando dinero. Jimin bebía y bebía un vaso tras otro y Dae miraba todo con la cara adolorida. Él no podía beber, así que era obvio que estaba sobrio y se daba cuenta de las obscenidades que sucedían a su alrededor.
Me acerqué a ellos con paso seguro y apresurado, tenía que mostrarme seria para que Tae me hiciera caso.
Sin embargo, en el preciso momento en que estuve lo suficientemente cerca para agarrarlo del brazo y tirarlo para que dejara de hacer el ridículo, ocurrió lo más inexplicable y raro que haya visto o imaginado en mi vida.
Jin besó a Tae. Y Tae besó a Jin. Ambos se besaron.
Fue algo simple, casi un desliz por error, pero no pude evitar abrir los ojos y quedarme estática mirando la escena.
Debían estar muy, pero muy ebrios para besarse. Y se me ocurrió una brillante idea: las fotografías duraban para siempre.
Saqué mi celular y les tomé una adorable foto de su romance de una noche, se volvería loco mañana cuando se la mostrara.
Dae también lo miró y tenía la misma expresión que yo, diría que incluso más asustado. Se percató en mi presencia y se levantó hasta quedar a mi lado.
—Por favor, dime que vienes para llevarme lejos de este lugar —me gritó encima de la música.
Le guiñé el ojo como un gesto para que se tranquilizara y confiara en mí.
Si quería sacar a Tae de allí, tendría que ponerme a trabajar de inmediato.
Me subí a la plataforma donde Jin y Tae bailaban (ya habían dejado de besarse, pero seguían muy juntos) y me puse al medio de los dos. Tae perdió el equilibrio al verme y cayó de espaldas al suelo, pero se puso de pie enseguida como si nunca se hubiese golpeado y se refregó los ojos repetidas veces mirándome.
—Hola, cariño ¿no te alegras de verme? —le dije cargada de sarcasmo.
—¡________, ¿qué haces aquí?! —gritó aún sin poderlo creer.
—¡Te vine a buscar, nos vamos ahora antes de que termines acostándote con Jin!
—¿Irme? La fiesta recién empieza, ven, baila conmigo —intentó sujetarme de la cintura, pero le di un empujón y cayó otra vez al suelo, sin embargo, esta vez no se puso de pie y que quedó allí. Se durmió tan rápido como cayó.
Con la ayuda de Dae sacamos a los chicos y los acomodamos en el auto. Procuré dejar bien separado a Jin de Tae, Rulos seguía dormido, pero Jin no y parecía que tenía energía para toda la noche.
Dae se fue de copiloto y me dijo que fue idea de Jin hacer una despedida de solteros. Mataría a Jin cuando estuviera sobrio.
Le dije que Dae que podía quedarse en mi casa, pero insistió en volver a la suya, así que le presté el auto en cuanto llegamos para que pudiera irse. Me despedí de él y le recordé que él sería el padrino de bodas junto con Mint, dijo que no había problemas, que ya lo sabía y que no podría olvidarlo.
Dae como padrino de bodas era una historia un poco confusa. Hace dos meses, Mint me había pedido ser la madrina, y como era mi prima le dije que sí. El problema era el padrino, ya que Mint no quería estar con Jin porque la haría reír sin parar en medio de la ceremonia, Myung Ji se pondría celosa si lo era Jungkook y Mike estaba descartado simplemente por ser Mike (y porque se pondrían a discutir por cualquier cosa). Jimin recién se estaba adaptando a nosotros, además iría con Dohee a la boda, así que el único que quedaba era Dae, y cuando se lo dije a Mint se negó rotundamente.
No le vi nada malo a Dae, no pelearía ni la haría reír y nadie se pondría celosa, pero Mint seguía negándose, hasta que Tae me dijo que tal vez a Mint le gustaba Dae y la ponía nerviosa ir con él.
Aún no se lo preguntaba, pero era una posibilidad. Y si yo había terminado enamorada de Tae después de ocho años, ¿por qué ella no de Dae?
Dae me ayudó a bajar a los chicos y después se marchó.
Mis amigas seguirían en mi habitación viendo películas o desordenando todo lo que encontraran. Dejé a Jungkook y a Jin en el cuarto de huéspedes y ni siquiera me animé en limpiarlos o quitarles la ropa para que estuvieran más cómodos. Quería ver la cara con la que despertarían mañana. Y por supuesto, la resaca.
Tae fue otra cosa. A él lo arropé y le puse su pijama, estaba medio inconsciente cuando lo llevé a su cuarto, pero me pidió que por favor durmiera con él. Apestaba a alcohol y seguro intentaría algo en medio de la noche, sin mencionar que seguía algo conmocionada por verlo besar a Jin, pero accedí a su petición por cariño. Era mi última noche como soltera y tal vez debí haberla pasado sola en mi habitación para añorar la soledad y la independencia, pero preferí pasarlo con un Tae ebrio por una simple razón.
—Tae... —le susurré al oído cuando me acosté a su lado. Él se removió un poco y roncó. Creí que se había dormido, pero carraspeó y murmuró algo.
—Dime, _____ —dijo arrastrando las palabras.
—Yo no fe gamo —le dije. Eso lo hizo despertar de inmediato y mirarme con los ojos desorbitados, pero seguros.
—Pero tu dijiste que... que... —balbuceó.
Le sonreí y lo besé con cuidado, no me causó asco su estado, besar a Tae siempre era mágico.
—Ya sé lo que dije, pero te quiero aclarar que ya no fe gamo, sino que te amo —y eso pareció calmarlo, porque susurró algo como un "yo también" y por fin se durmió profundamente.
Yo no lo pude hacer hasta bien entrada la madrugada, en una cuantas horas más estaría casándome con el chico que tenía a mi lado y me ponía a pensar en todo lo que pasé durante ochos años, desde que lo vi llegar hasta el día que me dijo por primera vez que me amaba.
Me dormí con un solo pensamiento, que era afortunada de tener a Tae y que lo sería mucho más cuando se convirtiera en mi esposo.
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ㅡ 𝕸𝖎 𝖍𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖎𝖆
FanfictionTodo se complicó cuando Tae celebró su cumpleaños número 18 y mis padres decidieron hacer algo más íntimo. Fue una pequeña reunión entre mi familia y la de él. Su madre seguía trabajando para nosotros, Sulli tenía catorce años y mi madre la consider...