Una guerra entre mafias

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Emma:

Dos horas después de su llamada a su compañera Diana, esta apareció en su coche acompañada por Luci. Emma no se sorprendió al verlas juntas ya que desde el momento en el que Diana le dijo que irían a buscarla en plural supuso que estaba en su compañía.

Se subió en la parte de atrás del vehículo sin muchas ganas de hablar, mientras en silencio Diana ponía rumbo a Boston, había sido un día demasiado largo a pesar de que se había pasado más de la mitad dormida.

Miraba por la ventanilla intentando ordenar sus emociones y el río de sentimientos contrarios que albergaba, desde el odio y el desprecio profundo al amor intenso, el sentirse nuevamente abandonada le dolía, al igual que la desconfianza ya que Regina no había querido explicarle sus motivos, sus razones para actuar como una delincuente. Todo era contradictorio puesto que debía odiarla y en lugar de eso pensar en ella dibujaba una sonrisa en su cara al igual que encendía sus mejillas recordando como la pasión las cegó y por un momento volvieron a ser aquellas niñas que se amaban con fuerza en un orfanato, recordando los labios de Regina bebiendo de los suyos con sed infinita, sus manos memorizándola sin control, sus cuerpos unidos por primera vez, encajando a la perfección, demostrando de forma inequívoca que estaban hechas la una para la otra, estaban hechas para amarse y de eso no tenía la menor duda.

Necesitaba encontrarla, ponerse a trabajar en el acto, al día siguiente sin falta volvería a la cabaña del bosque ya que más o menos sabía dónde encontrarla, ese era el santuario de la morena, era su hogar y, aunque no la encontrara ahí, quizás podría encontrar pistas sobre su paradero o sobre lo que estaba haciendo con su vida, respuestas a sus por qué.

Quedaban unas horas para llegar a Boston y el silencio dentro de ese coche se le hizo insoportable. Diana se había dormido y Luci conducía completamente concentrada en la carretera y perdida en sus pensamientos, cuando Emma rompió el silencio preguntando por los acontecimientos de ese día desde su desaparición.

-Entonces Lu, ¿Qué pasó desde que me tuve que ir con la dama negra?

-"Pues arrestamos a los hombres de Moretti que nos perseguían y toda la policía de la ciudad y de los alrededores se puso a buscarte pero habías desaparecido"

-Esa mujer siempre va un paso por delante, no me habríais encontrado jamás

-"¿Por qué te ha liberado? Esperábamos que se pusiera en contacto con nosotros, que pidiera algo a cambio de tu liberación"

-No entraba en sus planes tomarme como rehén, eso seguro, tuvo que improvisar pero es astuta, será muy difícil dar con ella

-"Tenemos a los hombres de Moretti, no es prioridad atrapar a la dama negra"

-Te equivocas, ahora mismo es nuestra máxima prioridad

-"No lo entiendo jefa, ¿Por qué perseguir a esa mujer? Lo poco que sabemos de ella es que ha traicionado a los suyos sin motivo alguno, no la necesitamos para llegar a Moretti"

-Ella es la pieza que nos falta Luci, es prioritario encontrarla antes que Moretti

-"... ¿Pasó algo mientras estuviste con ella?"

-¿A qué te refieres?

-"Me refiero a que eres el primer agente secuestrado por la mafia que aparece sano y salvo sin ningún tipo de negociación, y para añadir más misterio al asunto, apareces cerca de Storybrook, el lugar donde está el orfanato donde creciste. Esa mujer te conoce Emma, no es casualidad que te dejara justo en ese bosque"

El peso de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora