Emma:
Al día siguiente lo primero que hizo fue ir a comisaria, acompañada de sus fieles compañeras. Diana y Luci no se separaban de ella ni un solo instante, parecían su propia sombra. Emma no dejaba de preguntarse qué habría pasado entre ellas ya que se notaba de lejos que al mirarse se ruborizaban y agachaban la mirada ¿Se habrían atrevido ya a confesar que estaban locas la una por la otra? Eso era un hecho palpable y bastante visible para la rubia que pasaba el noventa por ciento de su tiempo en compañía de esas dos jovencitas.
Una vez en comisaría, se dirigió a la sala de interrogatorios donde esperaba poder sonsacar información a esos hombres que buscaban la muerte de su morena. Cualquier cosa que se hubiese escapado durante el interrogatorio inicial.
Al entrar en la sala, donde ya habían esposado a uno de los hombres de Moretti, el mismo que conducía el vehículo que Regina había tumbado, este se la quedó mirando, reconociéndola en el acto como la agente que la dama negra había tomado como rehén. Su rostro mostró su desconcierto ya que daba esa muchacha por muerta.
-"Me acuerdo de ti, la dama negra te subió en la moto ¿Cómo demonios escapaste de ella?"
-Primero, no me tutees, no soy tu amiga y no estamos en un bar, segundo escape de ella porque soy más inteligente que una mafiosa cutre que dispara primero y pregunta después, tercero aquí las preguntas las hago yo ¿Esta claro?
-"Cristalino"
La mirada de ese hombre había cambiado a medida que Emma, dura como una roca, ponía sobre la mesa las reglas del huego. Si esa mujer había escapado de la dama negra debía ser peor que ella y Regina en sí ya le daba miedo como para enfrentarse a esa rubia que había escapado de su agarre. Emma en seguida supo que tenía la sartén por el mango y saboreó la victoria anticipada. Se sentó y empezó a juguetear con sus dedos, repiqueteando sobre la mesa, presionando con su silencio a ese hombre que poco a poco se iba poniendo más nervioso.
-¿Por qué perseguían a la dama de negro?
-"No hablaré sin mi abogado"
-Está bien, pero ella esta suelta y vosotros estáis detenidos, ella es libre mientras vosotros seréis encerrados, tú verás si quieres colaborar conmigo o podrirte en la cárcel por ser un simple emisario
-"Solo sé que cabreó al gran jefe, ella estaba en la cima, era su favorita, asquerosamente rica y respetada en las altas esferas, la protegida de Moretti... Un día uno de sus cargamentos no llegó a su destino, poco después se supo que ella misma lo había regalado a la competencia y que había cambiado la cama de Jefferson Moretti por la de Robin Di'Angelo, su principal competidos y enemigo desde hacía años. No lo pudo soportar y nos mandó que acabáramos con ella"
-Si eso es todo lo que tienes que contarme, espero que te vaya bien en las celdas
-"Espera... no es todo"
-Soy toda oídos
"... Se rumorea que al desaparecer y unirse a Di'Angelo se llevó documentos valiosos, solo son rumores, es más nadie entiende por qué los quería... Es todo lo que sé"
-Gracias
-"Más le vale esconderse bien, si él la encuentra la matará y no será agradable"
Mientras se llevaban a ese hombre nuevamente a la celda, Emma meditaba la información que había recibido. Casi todo lo que ese hombre le había contado ya lo sabía, lo único que le intrigaba era lo último que le había soltado, los documentos robados. El puzle se iba complicando y las intenciones de la morena estaban cada vez más difusas, Regina se había metido en un berenjenal y se sentía frustrada al no saber qué se proponía, al no poder ayudarla.
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El peso de una promesa
FanfictionAU Emma Swan y Regina Mills crecen en el mismo orfanato siendo inseparables, con el paso del tiempo la vida les lleva por caminos muy opuestos ¿Serán capaces de reencontrarse?