Aland

II Alvin

Cubro mi cara con mis brazos esperando ese golpe que me romperá los huesos. Intento empujar al sujeto, cuando un resplandor se interpone entre nosotros.

—¡¿Crees que eso me detendrá luciérnaga?! —gruñe.

La luz se apaga y vuelvo a esperar el golpe... y espero... pero no llega. Su fuerza de agarre desaparece. Me atrevo a abrir los ojos y a mirarle. Su expresión ha cambiado, ahora es más neutra.

—¿Qué esperas Billy? —dice uno de sus amigos.

—¿Te da miedo romper su cara?

El tal Billy se acerca a mí con un rostro apacible.

—Escucha, los alejaré de aquí, pero debes cuidar mi cuerpo. —susurra.

—¡¿Q-qué rayos?! —digo mientras lo obligo a soltarme.

—Transferí mi conciencia a este cuerpo, el mío está en el laboratorio de botánica —señala con la mirada el lugar, para después soltarme y tirarme al suelo haciendo arder mis manos. Se voltea con el otro par —Eh... no, no, ya ha aprendido su lección. ¿No es cierto...eh... luciérnaga?

Los otros se voltean a ver, no están convencidos.

—Sí, sí —agito mis manos como si intentara asustar una mosca—. No me volveré a meter con... usted... Billy... gran Billy...

El sujeto poseído da la vuelta, agitando su mano-cubo de metal y diciendo algo sobre plantar árboles. Una vez que se fueron de mi vista, me levanto para ir al salón de "Botánica".

Abro la puerta de madera. Es mucho más fresco que afuera. El olor del lugar me recuerda a cuando mi padre regaba las plantas del jardín. El salón tiene varias mesas alineadas, algunas con vegetales, y más al fondo hay un jardín botánico... entonces piso algo suave. Es un tipo rubio tirado en el suelo.

—Eh, perdona yo...

No se mueve. Me agacho y le doy dos palmadas en las mejillas. Después otra más y otra que resuena en el salón. Aprieto mis labios... tal vez me he pasado un poco... No creo que esté muerto.

Me siento a su lado. Es rubio con el cabello largo y cejas oscuras. Lleva unos collares de cuentas de colores sobre una camisa deslavada.

Entonces se levanta de golpe. Me hace dar un respingo.

—¡Mierda! —intenta atrapar todo el aire en el salón y abraza su cuerpo— estar en los zapatos de ese sujeto es lo peor en la vida. Ahora veo por qué es como es... ¿Por qué me duelen las mejillas?

—¡Ah...! —me quedo sin palabras —Tal vez... ¿caíste muy duro?.

—...Probablemente —se levanta y yo lo imito. Soy más alto que él —¿Y en dónde está Tofu? —voltea a ver a su alrededor. —¡Tofu, todo está bien, puedes salir!

—¿Qué es un Tofu?

Una bola de pelos sale corriendo de entre las mesas, salta al brazo del chico y se postra en su hombro. Es una...

—Tofu es un amigo ardilla —saca algo de su bolsillo y se lo ofrece al animal, éste lo agarra con sus patitas y comienza a roer lo que sea que sea. —Por cierto, de nada.

—¿Tú eres el sujeto que "transmitió su consentimiento" a Billy?

—No veo a ningún otro tipo en el salón de botánica —dice con una sonrisa, poniendo a Tofu entre sus manos—. Y es "Transferencia de Conciencia".

—Ah...

—Parece que lo más brillante que tienes es tu poder, eh.

Tardo un momento en comprender lo que quiso decir y aprieto los labios. De repente sólo quiero irme de aquí.