13

37 4 0
                                    

La mujer estaba demasiado nerviosa, era su primera vez visitando ese lugar.

Pero estaba segura que era la indicada, lo supo desde el instante que la vió.

Le conmovió todo de ella: su linda sonrisa, cómo le brillaban los ojos cuando reía.

Algo dentro de ella se encendió al verla.

Pensó que no lo volvería a sentir después de la pérdida de su hijo y esposo en un accidente.

Sintió alegría.

Entro en la pequeña oficina y habló durante un largo tiempo con la directora del lugar.

Encontró la foto de la pequeña niña sonriente, le indicó a la directora y ella rápidamente la llamó.

La misma niña de aquel día entró muy alegre, su sonrisa se volvió cada vez más grande cuando vió quien la estaba esperando.

Sin esperar más, se lanzó a sus brazos.

La mujer habló con la pequeña durante un largo rato, para después despedirse cuando anocheció.

Y así pasaron las semanas.

La niña esperando su llegada y la mujer tan ansiosa de verla.

Llegó el momento de decirle la gran noticia.

Trató de cuidar sus palabras.

La niña escuchó con atención cada palabra, su sonrisa siguió intacta, pero luego recordó a su hermana y lo triste que estaría después de que se fuera.

Su sonrisa se apagó, le iba a decir a la mujer que si su hermana vendría con ellas cuando la directora las interrumpió.

Habló sobre lo lindo que sería que viviera con aquella mujer.

Eso hizo que Gisi cambiará de opinión, sabía que su hermana era fuerte y sabría cuidarse sola.

Sin esperar más, aceptó.

Queridos padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora