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Se encontraba paseando por las calles de Nueva York, buscando la cafetería donde había quedado con algunas amigas del instituto.

Se detiene a observar los deliciosos pasteles de una nueva panadería, mira su reloj -tengo tiempo- dice antes de entrar.

Busca entre la variedad de cosas que se encuentran, se detiene y ve la maravilla que tiene frente a sus ojos.

Lo comprar sin pensarlo dos veces y sale muy alegre de la tienda.

Sigue su camino a la cafetería, estaba tan emocionada que no se dió cuenta que chocaba con una persona.

Se levanta y se disculpa con la chica con la que chocó, ella le regala una sonrisa diciendo que no tiene de qué preocuparse.

Se despide de la chica, pero antes la observa más detalladamente. Es delgada, su cabello castaño se encuentra en un moño, sus ojos color miel la observan de la misma manera.

Por unos segundos ella los abre con sorpresa, pro sacude la cabeza y le regala otra sonrisa para después irse.

Al igual que la chica, sigue su camino hasta llegar a la cafetería.

Recuerda a la chica con la que chocó, algo en ella le parece familiar, como si la conociera de alguna parte, pero no recuerda a quién.

Ignora ese pensamiento y va a su encuentro con sus amigas.

Pero en todo el tiempo que estuvo con ellas, no pudo olvidarse de aquella chica y la tristeza que sentía cada vez que pensaba en ella.

Queridos padresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora