Boda por escandalo. ( Liam Payne y Jade Thirlwall) (HOT) [TERMINADA] [EDITANDO]

Capitulo 3. (parte 1)

Jade no sabía dónde localizar a Liam, pero él debía estar informado de que había cambiado de opinión pues al día siguiente la estaba esperando delante de su casa cuando volvió de la clínica. Sus ojos la siguieron desde la parada del autobús.

-Hola.

Jade no pudo sostenerle la mirada.

-¿Qué te trae por aquí?

-¿Tú qué crees?

Jade se encogió de hombros y se obligo a mirarlo.

-Supongo que no habrás traído un anillo de compromiso -dijo, en un fingido tono festivo.

-Te equivocas -dijo él, desconcertándola. Metió la mano en el bolsillo de la camisa y saco una caja pqueña de terciopelo negro con las esquinas desgastadas - Perteneció a mi abuela.

Jade la abrió y contemplo el rubí rodeado de pequeños diamantes.

-Vamos, pruébatelo.

 Jade se lo puso. Le encajaba a la perfección. Alzó la mirada hacia Liam.

-Es precioso, y debe de ser muy valioso.

-Así es.

Jade no supo que decir. Le parecía un sacrilegio llevar aquella joya cuando no el compromiso ni el matrimonio que simbolizaba era verdaderos.

-¿Quieres subir a tomar algo? - preguntó. Y buscó las llaves en el bolso para ocultar su turbación.

-Claro.

Liam la siguió por el camino enlosado que llevaba hasta la puerta de la casa en la que Jade tenia alquilado el piso superior. Mientras subía las escaleras, ella no pudo evitar pensar que opinaría Liam de la pintura descorchada. Suponía que el tenia una lujosa mansión en una urbanización selecta.

-¡Que acogedor! - comento el al entrar en el piso, desconcertándola una vez más. Jade no respondió - ¿ Llevas aquí mucho tiempo?

-Unos meses. Está cerca de la clínica.

-Ah la clínica -el tono que Liam usó  para repetir las palabras intranquilizo a Jade - Me han hablado mucho de ella.

-¿Quién? - Jade podía imaginar a sus padres lamentándose de que su hija, de tan buena familia, hubiera acabado haciendo un trabajo tan insignificante.

-Nadie que tú conozcas.

-¿No han sido mis padres?

-Mis conversaciones con tus padres son otra índole.

Jade podía imaginarlo.

-¿Ha conseguido agotarte mi padre con sus interminables charlas sobre el bien y el mal?

-Hemos llegado a un callejón sin salida. Él cree tener razón y yo pienso que se equivoca.

-¿Respecto a qué?

-A ti. No te conoce en absoluto.

Jade lo miró perpleja. No comprendía qué le hacia pensar que el si la conocía.

-Da la sensación de que no perteneces a tu familia.

Jade aparto la mirada y encedió una lampara.

-¿Qué te hace pensar eso? - preguntó, disimulando la inquietud que sentía.

-Tu cabello, entre otras cosas.

-¿Mi cabello? -  Jade se tocó los rizos que caían en cascada alrededor de su rostro.

-Tus hermanas tienen el pelo rubio y liso. Y el tuyo el  castaño y rizado. Tus padres son rubios.

-Puede que haya heredado esa características de un antepasado.