Jade se dio una larga ducha.
Al mirarse en el espejo le sorprendió lo distinta que parecía. Tenía las pupilas dilatadas, como si hubiera despertado de un sueño profundo y sus labios estaban levemente hinchados. Apretó las piernas y pudo sentir a Liam en su interior. Podía olerlo en su piel, como si hubiera dejado en ella una marca indeleble. Estaba segura de que ningún otro hombre podría hacerle sentir de aquella manera. El problema era que ella no era más que una de tantas para él.
Desde el primer instante algo le había advertido que debía protegerse de él. Que era la personificación del peligro. Pero nada había podido evitar lo inevitable.
Cuando volvió al salón, Liam estaba desnudo delante del fuego. Se volvió y le sonrió.
-¿Te alegras de verme? - bromeó ella, coqueteando por primera vez.
Sus ojos se clavaron en los de ella.
-¿Tú qué crees?
Jade deslizó la mirada por su cuerpo y se ruborizó al ver la prueba física de su implícita afirmación.
-Yo diría que sí - se atrevió a decir, devolviéndole la sonrisa.
Liam se acercó a ella y enredó el dedo en un mechón de su cabello. Jade se acercó a él como atraída por un imán.
-Yo diría que no cabe la menos duda - susurró él, pegando sus labios a los de ella.
En cuanto le mordisqueó el labio inferior, Jade perdió la noción del tiempo y del espacio. La lengua de Liam exploró las profundidades de su boca y la dejó sin respiración.
Llevada por su impulso irresistible, se frotó contra él, y su cuerpo buscó la dureza de su erección. Liam la arrastró al suelo con él y entró en ella como una espada sin su funda. Jade dejó escapar el aire de golpe, sorprendida y halagada ante aquella prueba de su palpitante necesidad por ella. Y de pronto tuvo la certeza de que lo amaba y no comprendió cómo no se había dado cuenta hasta aquel instante. La había conquistado a base de ternura. Una a una había derribado sus defensas y destruido la fortaleza que hasta entonces le había servido de escondite.
Prefirió no recordar que el suyo no era más que un matrimonio de conveniencia. Y por primera vez en su vida decidió que quería vivir el momento, soñar aun sabiendo que al despertar estaría sumida en una espantosa pesadilla.
Liam percibió la urgencia de su deseo. Jade recorrió su espalda con sus menudos dedos, los hundió en su cabello y clavó las uñas en su piel, haciéndole enloquecer. Liam supo que no podrí contenerse, pero no le importó porque estaba seguro de que ella lo seguiría con cada empuje, con cada impulso, arqueándose para sus cuerpos permanecieran en contacto.
Dejó de pensar para sólo sentir. Percibió el momento en el que Jade alcanzó el clímax porque su interior se contrajo y apretó su sexo, arrastrandolo de una sola oleada a un lugar en el que sus dos alientos fueron uno. La violencia de su explosión lo tomó por sorpresa, su cabeza estalló y su mente se llenó de colores de un calidoscopio. La respiración entrecortada de Jade era lo único que escuchaba, sólo importaban sus senos subiendo y bajando contra su pecho. Sus labios no querian despegarse de loa de ella.
Jade abrió los ojos y lo descubrió mirándola. Él seguia en su interior, relajado.
-Tienes unos pechos maravillosos -dijo él
Jade no supo qué decir.
-¿Por qué has mentido? -añadió él.
-¿Mentir? - Jade lo miró desconcertada.
Liam le acarició la mejilla.
-Me refiero a tu papel de chica mala y experimentada -dijo, con una sonrisa.
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Boda por escandalo. ( Liam Payne y Jade Thirlwall) (HOT) [TERMINADA] [EDITANDO]
RomanceLa cama equivocada.... un escándalo y una esposa poco convencida.