Capítulo 6: ¿Una amiga, tal vez?

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Me sentía flotando, algo bastante raro. Sentía como que estaba en una burbuja, al menos, escuchaba como si estuviera en una. Por un momento pensé que estaba muerto, pero cuando un dolor se hizo presente en mi pecho, me dí cuenta que no.

Logré abrir débilmente los ojos. Los sentía pesados, y me costaba enfocar la vista.

-¡Joseph!

Vocecitas llegaban a mis oídos, y el molestoso ruido de una máquina se escuchaba a mi lado. Logré mirar que unas figuras se movían a mi alrededor, hablando y preguntando cosas.

Hasta que por fin, desperté bien.

Lo primero que observé es que de nuevo estaba en una camilla de hospital.

Genial.

Segundo, tenía una mascarilla puesta en la cara. Una máscara de oxígeno. Apenas intenté hablar, un dolor gigante me apuñaló el pecho.

-Joder, si que te debe doler. A ver, Jo. Por ahora no podrás hablar, no al menos por dos días -Kion me miraba preocupado. Lucian dormía sobre él- Te explico. La costilla comenzó a perforarte un pulmón, así que por ello comenzaste a toser sangre. La sangre no te dejaba respirar y ello te pudo matar. Por suerte, la ambulancia llegó rápido y te operaron. La costilla estará bien, pero ahora te duele la cicatriz de la operación y algo el pulmón-sonrió-Por suerte estás bien.

-A-Ajá.

La voz temblorosa de mi padre me hizo observarlo. Estaba ojeroso, cansado y terriblemente preocupado. Si la vez anterior se había, puedo imaginarme ahora.

-Pero por suerte Ava llamó rápido a la ambulancia. Sino...estaríamos..

-No es necesario, Bill. Es como mi hijo, era lo que menos podía hacer -sonrió la tía Ava.

Papá le sonrió de vuelta. Ahora que los veía con detenimiento, podía entender porqué Kion les emparejaba. La manera en que se miraban, y como se sonreían...no era de amigos adultos.

Pero una vocecita preocupada a mi lado llamó mi atención. Allí estaba el rubio, con una cara de tensión, temor y frío, tal vez, porque tiritaba. Alley.

-Fué muy rápido todo. En verdad me asustaste. No me gustaría que te murieras.

Tomó mi mano con la suya. Se notaba algo tibia, comparada con la mía que estaba totalmente helada.

Intenté abrir la boca, pero apenas logré emitir una palabra, que fué 'Alley', me dolió todo. Negó con la cabeza rápido.-No hables hasta que te sientas bien, ¿si? No te quiero ver peor.

Suspiré. Miré mis brazos. Tenía aquella cosa donde entra el suero, no recuerdo el nombre que tenía. La máquina que sonaba era aquella que muestra las pulsaciones y presión del corazón. Y la fastidiosa máscara de oxígeno, que me tenía adormilado. Ah, no. Esa era la anestesia. Seguramente la colocaron para que el pecho no doliera tanto. Aunque dolía igual.

Espera. Fuí operado. Quizás cuanto estuve inconsciente. ¿Cuantos días llevo aquí?

Considerando que papá no tenía barba el día que pasó todo ésto y ahora tenía un poco...tal vez fuera más de una semana.

Suspiré. Me acomodé como pude y me adormilé.

Los días siguientes fueron así. Pao estuvo todos los días conmigo, acompañándome. Por lo que me dijo, le dieron días libres en su trabajo. Tía Ava, con Alley y Lucian, venían en las tardes. El pez de la casa, como me enteré luego, se murió. Entre el lío armado el día en que pasó ésto, la pecera cayó al suelo y se rompió. Por lo que contó Kion, cuando llegaron a la casa y vieron lo sucedido, el pez estaba muerto en el suelo.

Pretty Eyes. (Gay) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora