Bus station »Kate y Hoodie

∞Once∞

Advertencia: Sexo explícito, capitulo largo, y probablemente alguna horrible falta de ortografía. Por cierto, ocupara dos capítulos, este y otro.

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— ¿Qué es lo que quieres ahora, "rompe ventanas"?

Él no respondió, simplemente se me quedo viendo.

— ¿Te comió la lengua el gato?
Anda, habla.

Él siguió en silencio. Y en silencio estuvimos por 15 min. hasta que se digno a hablar.

— Te lo advertí.

Dicho esto me estrelló contra la pared, sujetando mis muñecas fuertemente. ¿Qué rayos le pasa ahora?

— ¡¿Qué putas te pasa mald-

¡Oh mi Dios!
Me callo con un beso, ¡uno de lengua!

El tal Hoodie se levanto su pasamontañas y pude ver quien era.

— ¿Brian?

— Si, todo este tiempo.

— Enserio, ¿era necesario el disfraz?

— No es disfraz, mejor callate.

Y él volvió a juntar nuestros labios, al principio fue un beso suave, pero el iba aumentando el ritmo; besándome con lujuria y deseo, tal vez desesperado.

Suavemente empezó a subir sus manos a mi cintura, subiéndolas a mi espalda de vez en cuando para acercarme más a el y profundizar el beso. Di un salto y enrrede mis piernas en las caderas de el, luego él me tiro en la cama.

— ¿Seguro?

— ¿No se supone que yo debería decir eso?

— Si. Bueno, al menos traes protección ¿verdad?

— Si, si. Ya cierra la boca.

El beso continuó, era una guerra de lenguas que increíblemente yo iba ganando, pero por eso Brian se enojo y me mordio el muy hijo de playa, ya después mejor lo deje tener el control. A la vez que nos besábamos, él estaba sobre mi, quitándome mi blusa, posteriormente empezó a acariciar mi torso desnudo, Dios, el contacto con su piel era único y me excitaba.

Yo sentí injusta la acción pues el aun tenia ropa así que en un rápido movimiento me coloque sobre él, retirándole su capucha, dejando ver una musculosa pegada a su cuerpo.

— Parece que al señor le hace falta ejercicio. -le dije con cara coqueta.

El se volvió a posicionar sobre mi, sujetando mis muñecas.

— ¿No te han dicho que hablas mucho?

Luego de decir eso empezó a lamer y morder mi cuello, mi temperatura corporal aumentaba con cada rose de su lengua y sus labios en este. Me retiro las bragas, sin embargo, no vio nada pues mi falda me seguía cubriendo. El prosiguió con mi brasier, tuvo un poco de problemas pero al final logro retirarmelo.

Llevo su boca a mi pezón derecho, mordiéndolo y lamiéndolo, haciendo a su vez que yo soltara los primeros gemidos, ya me empezaba a desesperar. Prosiguió con el otro, haciendo lo mismo, Brian sabia que yo ya empezaba a salirme de control, por eso el muy puto se ponía a jugar conmigo. Como lo odio.