11.

41 2 0
                                    



No hay momento del día en que tú recuerdo no se apodere de mi mente y mi corazón se agite, tanto así que he llegado a preguntarme si lo mio no rozara ya en una obsesión.


He llegado a tal grado de distracción y evocación por ti,

que en vez de proteger a mi rey en ajedrez,

bazo mi estrategia en proteger a mi reina con el mismo ímpetu que lo haría por ti.



Escritos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora