Sabes, te has convertido en la causa de mis desvelos,
prueba de ellos son estas líneas y muchas otras
que he escrito por y para ti.
Pero lo que más me llena de orgullo decir y escribir
es que gracias a ti, he vuelto a sonreír
y cuando me ataca la melancolía eres ese
bálsamo de alegría que necesito.