positivo

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Uno pensaría que el inicio del embarazo siempre será con las típicas nauseas, esas nauseas que cuando uno se despierta la sientes y sales corriendo al baño para vomitar lo que cenaste el día anterior o inclusive lo que ingeriste hace tan solo 15 minutos; ese no fue el caso de Magnus, él no sabía que estaba embarazado, es más para él era imposible, pero su embarazo no inicio con las ganas de vomitar, con el su embarazo inició con los antojos, al principio solo unos normales antojos pero con el paso del tiempo fueron haciéndose raros.

-Max Maxi estás despierto – decía Magnus con voz suave mientras pinchaba con un dedo la mejilla de Max. Maxwell Lightwood llegó a quedarse durante las vacaciones al Loft que compartían Magnus y Jace, cada que Jace se iba a las empresas Bane en la mañana él se pasaba a la cama donde dormía su cuñado para dormir abrazado de él, al principio fue sin querer, inconsciente el aun dormido entraba a la habitación, se subía a la cama y se abrazaba de él. Pero ahora lo hace para cuidar de su cuñado, no sabe por qué, pero adentro de él se decía que era necesario.

- Maxi despierta, cuñadito yujuuuuuu – seguía insistiendo Magnus – mmm jummm – sonidos intangibles y sin significado aparente era lo único que salía de la boca de Max.

- Magnus que quieres, déjame dormir un rato más - dijo mientras se cubría con las sabanas que según Max son las más suaves y frescas en las que ha dormido.

- Puedes ir por Fresas por favoooooor – dijo Magnus alargando la o – anda tu Mags, tienes dos pies para caminar a la cocina y traértelas a comer a la cama – justificó Max para no levantarse de la cama – pero, me duelen mis pies y creo que están un poco hinchado, acuérdate de todo el trabajo que tuve ayer y mira, mira se me hincharon un poco mis pies- dijo Magnus

- aash ya voy, ya voy- dijo Max con pereza mientras se levantaba de la suave cama e iba a la cocina por las dichosas fresas de Magnus.

-Entonces todo bien entre tú y Magnus – Preguntó Jonathan Morgenstein desde el teléfono celular de Jace

- si todo está perfecto, desde lo ocurrido con Clarissa y Sebastian las cosas han ido mejorando – respondió Jace

- ¿Aún no ha encontrado el anillo perfecto Jace o sí? – Preguntó Jonathan - Aun no, de hecho, ese era el motivo de mi llamada, necesito que vengas a New York, necesito de tu buen ojo y buen gusto en cuanto a joyas, estoy desesperado ya que no encuentro la sortija que represente a Magnus – Déjame ver Jace como libero mi agenda, pero es probable que si pueda ayudarte a finales del mes si en 16 días espero verte en el aeropuerto Jace y comenzaremos a buscar la sortija de compromiso perfecta para Magnus. - respondió Jonathan

- excelente. Sale te veo en 16 días entonces, me despido porque tengo que ver asuntos de la empresa de Mags- se despidió Jace – adiós Jace- se despidió Jonathan y así colgaron ambos.

-Magnus, ¡¿qué estás comiendo?! – Preguntó Max, solo se tardó 15 minutos en ir a buscar las fresas y cuando regresaba a la habitación se encuentra con un Magnus llenándose la boca con barras de chocolate – jeeeee, como no te apurabas decidí comer unos cuantos chocolates que tenía guardado en mi mesita de noche- respondió Magnus tras haber deglutido todo ese chocolate – unos chocolates Magnus, si son 6 barras de Hershell's que te acabas de comer y todavía tienes una caja de ferreros en tus manos que ¡deja de meterte más chocolate en la boca¡, sabes que dame eso- dijo Max – pero- quiso debatir Magnus – Ningún pero Magnus, dame eso y toma tus fresas que me hiciste despertarme para traerlas- sentenció Max y con u puchero en la cara Magnus cedió sus chocolates y se puso a comer sus ricas fresas.

- Miraaaaa Magnuuuus – cantó Simon enseñándole su mano izquierda, enseñando específicamente su dedo anular- ha si un anillo de compromiso - dijo Magnus como si nada - ¡Oye! no te pone feliz que Raphael me haya propuesto matrimonio- dijo Simon con un poco de indignación - no seas tonto Simon, quien crees que escogió el anillo, querido Raphael no tiene los gustos necesarios para escoger anillo, en cambio yo si tengo unos gustos exquisitos – dijo con sorna Magnus

DOS Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora