Desde niños

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Memorias de Magnus

Idris (glass city), Inglaterra.  Año 1990
- Que tienes-

-Que tienes- pregunta un tierno niño rubio de cinco años a un Magnus sólo y triste, un niño dolido porque un grupo de niños envidiosos, celosos por la exótica belleza de él se burlaban de él diciéndole que jamás nadie lo querría.

- vete - contestó Magnus ahogando un sollozo.

- vete, no te conozco - decía un Magnus completamente  humillado, aun recordando aquellas  palabras que su abuelo le dijo,  porque que más podía hacer un niño de 5 años cuando su propio abuelo le dice que es una abominación y peor aun que le gusten los niños y niñas, n podía defenderse y solo queda un recurso y ese es llorar, llorar hasta que el dolor del rechazo de la persona que se supone te tiene que amar más que tus padres, ahora súmenle a eso burlas de los niños ignorantes hijos de padres ignorantes de Idris, que por sus raros ojos, parecidos a los de un gato, que solo un conocedor de la belleza adoraría.


- nop... no me quiero ir bonito- contestó  un pequeño Jonathan


- no...sniff, soy bonito, mi abuelo y esos niños dicen que soy raro y una abominación- dijo el pequeño Magnus, absorbiendo toda esa mucosidad que se le asomaba por la nariz con inhalaciones.


-¡Eso no es cierto! tú eres un niño muy bonito, así con tu pielecita color canelita, con tus ojitos razgaditos y lo más bonito de ti son la forma de ellos, como si fueran de un gatito... me gustan los gatitos y tus ojos parecen de uno y son muy, muy, muy bonitos y con ese color jalle, jaide o como se diga... es más puedo decir que me gustas- terminó el pequeño Jonathan con casi nada de aire en sus pulmones.


Esas palabras, que pudieran ser insignificantes para muchos, para Magnus fueron las mejores

- gracias...soy Magnus- se presentó Mags, tratando de dejar de llorar.

-soy Jonathan Christopher Herondele, pero por favor bonito deja de llorar si- contestó

- Está bien, pero lo dejaré de hacer si te digo Jace, sabes se oye mejor y el nombre es tan bonito como tu- contestó Magnus

- Jace... Me gusta, está bien pero deja de llorar si, ven te ayudo a levantarte-

una vez que Magnus estuvo de pie, sintió como unos pequeños pulgares le limpiaban las lagrimas que aun quedaron rezagadas en sus mejillas, pero lo que le sorprendió fue la textura de unos labios rosas en su mejilla, provocándole un enorme sonrojo-

- Sabes magsi, prefiero el color rojo en tus mejillas que en tus ojitos de gato...-

y así el recuerdo se esfumó y la oscuridad invadió la mente de Magnus nuevamente.


Presente  Los Ángeles California


Eran las seis de la mañana y el vuelo de Camille se había retrasado, por un lado era un gran alivio porque pudo terminar su investigación, que cambiará a la medicina de gran manera, un proyecto con la finalidad de hacer feliz a su hermano mayor, pero más a su pequeño hermanito Magnus.


-por favor los pasajeros con destino a new york, favor de abordar por la puerta 6, pasajeros con boleto marcado 05 horas favor de abordar por la puerta 6- habló la señorita por el alta voz del aeropuerto. y así  viajó camille cansa pero feliz por volver a ver su lindo hermanito, sin saber que se encontraría a un Magnus inconsciente y en el Hospital.

DOS Corazones RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora