Historias rodantes

Mi nombre es Andres

30 minutos para el concierto y yo sigo aquí, no lo puedo creer, se me hace tarde. Algo vibra en mi bolsillo, genial, mi teléfono.

- Andres ¿Donde estas?, ya vamos a empezar la prueba de sonido.

- Se me hizo un poco tarde, ya llego, te lo prometo Emma, solo me subo al bus y en 10 minutos estoy allá.

- ¿El bus? ¿Andres ni siquiera te has subido al bus? yo creí que de verdad ya estabas aquí.

- Emma te prometo que llego a tiempo si

- No trates de tranquilizarme... ¿Andres?... ¿Estas ahí?... ¡¡¡Andres!!!- Gritó Emma por el altavoz antes de que yo alejara el teléfono para luego colgar.

Todo tenia que pasar esta tarde, que suerte la mía, justo el día del concierto más importante me pasa todo esto. Y con el esfuerzo tan grande que hizo Emma para conseguirlo.

Emma es la chica más genial que he conocido. Nos conocimos hace dos años cuando decidimos formar un dúo; lo recuerdo como si hubiera sido ayer, teníamos 14 años y estábamos en la misma academia de música, para el proyecto final decidimos trabajar juntos y ahí fue donde nació Fuego y Luna, nuestro dúo. 

Luchó tanto por conseguir esta presentación que no puedo defraudarla, ademas hoy es un día especial, le voy a pedir que sea mi novia. Tengo que llegar lo más rápido posible.

El 132, excelente, por fin llego el bus, dentro de pocos minutos estaré en el concierto...

Rayos, empezó a llover fuerte, el trafico es un caos, en que estaba pensando, este día es un desastre y parece que no era el único que lo pensaba, en diagonal mio estaba sentado un chico que también parecía algo afanado y puedo entender por que, su parada fue en el hospital local.

Por fin, después de los 20 minutos más lagos de mi vida, llegue al auditorio, entre corriendo y fui directo al camerino, mojado y despeinado, pero llegue.

Me arregle rápido, justo a tiempo para la presentación. Cuando salí Emma por fin respiro tranquila y salimos al escenario. Todo fue un éxito y por fin llego el momento que espere toda la tarde y por lo que se me hizo tarde, le compuse una canción a Emma y después de interpretarla vino la pregunta del millón:

- Emma, ¿Te gustaría ser mi novia?

- Si, Andres, si quiero ser tu novia.