Historias rodantes

El primer contagiado

Lucas

Cuando por fin llegué al hospital, entré corriendo a la recepción y le pregunte muy agitado a la enfermera de guardia donde podría encontrar a mi mamá, ella me preguntó cuál era su nombre y después de consultar en su planilla me indicó en qué parte de la sala de urgencias se encontraba, en ese momento salí corriendo a su encuentro.

Al fin encontré la cama en la que ella estaba y llegué mientras el médico la examinaba , me dijeron que yo no podía estar ahí, que quien me había dejado pasar, fue entonces cuando dije que era el hijo de la paciente y me dejaron quedar. Cuando terminó la valoración del médico, me hizo a un lado para hablar a solas y le pregunté: 

- Doctor, ¿Que es lo que tiene mi mamá? ¿Porque está ella aquí?, me llamaron esta tarde al teléfono y me dijeron que se encontraba en la sala de urgencias, me dijeron que me necesitaban aquí, ¿Que es lo que sucede?

- Tu mamá ingreso en la mañana por sala de urgencias con dolores de cabeza y mareo, ya estaba estable y la íbamos a dar de alta pues no tenía nada grave, pero cuando se levantó para irse se fue contra una pared, se cayó y dijo que no podía caminar, así que fuimos a ayudarla y cuando la estamos examinando de nuevo, se desmayó, entonces te llamamos, eres el único familiar en la base de datos.

- Y ¿Como se encuentra ahora? ¿Puedo verla? - Pregunté algo desesperado por no saber qué estaba pasando en ese momento.

-No sabemos con exactitud qué es lo tiene, con eso sintomas podria ser cualquier cosa, necesitamos hacer más estudios, si quieres quedarte con ella esta bien, estará mejor con alguien que la acompañe.

-Muy bien - eso fue todo lo que pude decir, estaba muy pasmado, me quedé sin palabras. , estaba muy preocupado, no sabia que tenia mi mamá, tampoco los médicos. Entonces ¿Quién  me va a dar respuestas?, no tengo más opción, voy a entrar a verla.

Espere unos minutos desde que el doctor se fue, para poder entrar a verla, estaba muy agitado y no quería que me viera así y se preocupara más. Cuando al fin me sentí en condición para entrar me di cuenta de que estuve perdiendo mi tiempo, ya que mi mamá estaba dormida cuando yo entré, tenía la piel pálida como en un tono gris y se veía muy agotada, no quise despertarla, así que, tratando de hacer el menor ruido posible, me acerque a una silla que estaba cerca de la cama y me senté a esperar que despertara.

Durmió toda la tarde y cuando por fin se despertó no pude hablar con ella, porque se la llevaron para empezar a hacerle estudios. Dormí en el hospital, en esa silla en la que llevaba sentado toda la tarde, no era lo más cómodo pero era lo que había mientras le daban una habitación a mi mamá. Cuando desperté al siguiente día, mi mamá estaba acostada en la cama al lado mio, estaba dormida, así que me levante, acerque mi mano a la suya y ella se despertó:

-Lucas... estas...¿Cuanto tiempo llevas aquí?, no me digas que pasaste toda la noche aquí.

-Sí mamá, pasé toda la noche toda la noche aquí, de hecho estoy aquí desde ayer por la tarde cuando me llamaron, no me he movido ni por un momento.

-Lucas... Cariño... no debiste - Dijo ella con un tono avergonzado, como si creyera que es una molestia para mi estar con ella.

-No te preocupes esta bien, solo... vuelve a dormir, voy a dar una vuelta y ya vuelvo.

-Está bien hijo, ve y yo te espero aquí.

En ese momento salí y me aleje de la cama, saque mi teléfono y estaba a punto de llamar a mi novia, cuando pasó al lado de una enfermera, está hablando por teléfono, pensaba en pasar derecho, cuando escucho que nombra a mi mamá, entonces me detengo y me quedo escuchando su conversación en secreto, pero lo único que alcanzo a escuchar es:

-... Es importante señorita, necesito hablar con el secretario de salud urgentemente... entiendo que es un hombre muy ocupado, pero es urgente... está bien, puede decirle que aquí en el hospital local hay una alerta violeta y que por favor llame lo más pronto posi...

En ese momento la enfermera giró la cabeza y se quedó viéndome, colgó rápidamente  el teléfono y llamo a seguridad.

Quedé helado, no sabia que hacer, mi cerebro me gritaba que corriera, pero mis pies no se movían.