Magia con cartas

Capitulo 7: Identidad propia.

¿Sam?- preguntó Sarah mientras se despertaba.
Si, ¿que paso?- respondí.
¿Vas a darle la espalda a la familia?- dijo algo enfadada.
Si es por ustedes, sin pensármelo dos veces- le respondí.
¿Cómo estás?- preguntó algo triste.
Me siento impotente, ósea no puedo hacer nada más- respondí agachando mi cabeza.
Tengo que darte algo- dijo.
¿Que?- pregunte interesado.
Antes de nos drogaran, Julian me dio este reloj, me dijo que era para alguna emergencia y también me dijo que tú sabrías cómo usarlo- respondió ella.

Cuando vi el reloj enseguida supe que hacer y que era, Julian le había dejado un reloj trampa, un dispositivo con que podíamos comunicarnos aunque estuviésemos al otro extremo del país y 20 metros bajo tierra.

¿Cuando te lo dio?- pregunté.
Ya te dije, me lo dio antes de que nos drogaran- respondió.
Tengo una idea, pero tienes que confiar en mi, ¿vale?- dije.
Siempre, confio en ti- dijo ella.

A media noche desperté a Sarah, le pedí que se remangara la camisa y se quitara el reloj y me lo diera. Justo como pensaba, había un circuito escondido detrás de este con una pequeña cámara, una pantallita y un GPS.

Le mande la ubicación y tuvimos una pequeña charla con cada uno del grupo, pero hable algo con Jake, sobre que me siguiera la corriente en todo momento y el acepto.

Cuando apagamos el reloj habían pasado 1 hora y 30 minutos. Le pedí a Sarah lo mismo que le pedí a Jake y le explique no le íbamos a dar la espalda al grupo, y le dije que solo íbamos a averiguar a fondo el plan de los heywood's.

¿Podemos hacer esto, verdad?- preguntó con voz débil Sarah.
Claro que podemos, somos fuertes, y juntos somos muchísimo más- respondí mirándola a los ojos.
Buenas noches Sam- dijo.
Buenas noches Sarah- dije dandole un pequeño beso en la frente.

En mis sueños vivía una vida tranquila, feliz, única, casi perfecta y especial. Era el tipo de vida que siempre quise tener, una vida como la Christian Heywood. Era perfecto hasta que que me di cuenta de algo, no conocía el amor y en ese momento me desperté todo empapado de sudor.

*suspiros*
Sam, ¿estás bien?, solo fue una pesadilla, ¿vale?- dijo tomándome de la mano.
Si, estoy bien, sé que era una pesadilla pero me parecía muy real- dije.
¿Que soñaste?- pregunto sin soltarme de la mano.
En que era como Christian, tenía todo lo que quería y cuando lo quería- dije.
¿Y eso no es bueno?- pregunto.
¡No!, todo lo contrario- exclamé - en ese sueño no conocía el amor, no sabía cuál era el sentido de mi vida, tenía todo y a la vez nada- dije soltando algunas lágrimas.
Estoy segura de que aunque vivieras como Christian, seguirías siendo buena persona, ósea, nada te puede cambiar como eres, nada ni nadie puede hacerlo- dijo consolándome.
eres fuerte, ¿si?, como me dijiste una vez "vamos a salir de esta juntos- dijo dándome un pequeño beso en la frente.
Gracias Sarah, podemos volver a dormir ya, gracias a ti ya me siento muchísimo mejor- dije antes de devolverle el beso pero esta vez en la boca.
Claro, dulces sueños- dijo ella.

Esta vez mis sueños eran como mi vida, dura pero conocía el amor, conocía el sentido de mi vida, tenía solo lo necesario y aunque no era perfecto, era mi vida, algo que si es único, además vi a alguien más en mis sueños, vi a Sarah, tan encantadora como siempre

FIN DEL CAPITULO SIETE.