La semana ya llega a su fin, y para ser la primera, ha pasado bastante bien. Con esto no quiero decir que yo sea un chico problemático y que frecuentemente tenga que hacer renegar a los profesores; no. Soy un chico que se comporta correctamente, pero alguna que otra vez puedo meterme en problemas con Bin; ambos somos jovenes todavía y las travesuras surgen. Y lamentablemente, hoy fue una de esas ocasiones.
Estabamos en la última hora, y el profesor de literatura no dejaba de hablar y de hablar. Era viernes y mi cabeza ya estaba cansada, se quería ir de ese lugar. Como con Binnie nos aburrimos, ¿cuál fue la solución? Comenzar a molestar a nuestra compañera de enfrente tirandole bollitos de papel y tratar de que quedaran en su exagerado cabello rizado.
Hasta el momento iba ganando yo, pero Moon Bin comenzó a mejorar su puntería y cada vez se veían más bollitos de papel suyos que mios; de todas formas aún seguía siendo el ganandor, pero con una mínima diferencia.
Cuando me tocó de vuelta para tirar mi próximo bollito, Moon Bon hizo que me riera y que mi puntería fuera directo al cuello de nuestra compañera: el bollito de papel entro directo al interior de su remera. Al sentir algo molesto en su espalda, inmediatamente se giró hacia nosotros y nos vio con los ojos entrecerrados, deduciendo que nosotros teniamos la culpa. Moon Bin no logró contener su risa y estalló en carcajadas contagiandome a mi también, lo que ocasionó llamar la atención de todos e incluso del profesor.—Señores ¿pasa algo? Si tanto se ríen, ¿pueden compartirlo con la clase asi todos reimos? —. Ambos dejamos de reír y cruzamos miradas nerviosas.
—No profesor, no pasa nada —apuró en decir Moon Bin, tragando su nerviosismo.
—Profesor, fue mi culpa, yo hice que se riera —levanté mi mano para llamar su atención y desviarla de mi amigo—. Lo siento, no era mi intención interrumpir con su clase. Prometo que no pasará de nuevo.
—Eso espero, el año recién comienza jóvenes. Y esa advertencia va para el resto de la clase también —señaló con dedo acusador a todos.
Pasamos lo que restaba de la hora tratando de contenernos y no seguir hablando o diciendo algún otro chiste. Por suerte, nuestra compañera no se dio cuenta de que en su cabello tenía muchas bolitas de papel, no hasta que el profesor la mirara extrañado y posara su vista sobre nosotros.
—Eun Woo, creo que nos ha descubierto.
—¿Mhm? ¿De qué hablas Bin? —le pregunté mientras terminaba de guardar mis cuadernos dentro de la mochila.
—Sobre las bolitas de papel, torpe. Creo que se dio cuenta.
—Tranquilo, hagamos de cuenta que no sabemos nada; cualquier cosa, yo me encargo, no te preocupes —me miró, dudoso.
—¿Seguro? Porque puedo afrontarlo si quieres.
—Esta bien, pero no quiero que te reten ya a principio de año. Mejor déjamelo a mí, a lo mejor tiene más compasión.
—De acuerdo. Me voy a casa, cualquier cosa llama —hizo con sus dedos la seña de un teléfono y luego salió del aula.
Era uno de los últimos en salir, y sabía que no iba a poder retirarme sin antes hablar con el profesor. Intenté disimular entre los pocos que quedábamos pero aún así me llamó.
—Cha Eun Woo, venga un minuto por favor —giré lentamente sobre mis talones y trate de poner mi mejor expresión.
—Profesor Kim, ¿qué sucede?
—Se que fueron ustedes los de los bollitos de papel y no les diré nada, pero por favor la próxima vez no hagan travesuras. ¿Estamos de acuerdo?
—Si profesor, se lo prometo —le mostré mi mejor sonrisa y salí.
«Ay Eun Woo, no empieces con los problemas...»
De regreso a casa, decidí mandarle un mensaje a Moon Bin.
Dong Min~
Oye Moon Bin, está todo bien, no hay de que preocuparse.
4:30pmEl profesor si se dio cuenta de que fuimos nosotros, pero solo me dijo que no lo volviéramos a hacer y no estaríamos en problemas.
4:31pmMoon Bin
¡Te dije! Sabía que no nos iba a decir nada, pero me parecía que nos había descubierto.
4:33pmGenial que este todo bien Dong Min.😝
4:34pm¡Nos vemos la semana que viene!
4:34pmDong Min~
¡Oye! Sabes que no me gusta que me llames por ese nombre.
4:34pmNos vemos la semana que viene.😑
4:35pmLe envié el mensaje y guardé el celular.
Como todos los viernes, desde que tengo memoria, suelo relajarme durante el camino a casa; me gusta ir despacio y mirar a mi alrededor. Observo a las personas y las actividades que llevan a cabo; ellos sí que trabajan arduamente para conseguir algo de dinero y llevarlo a su familia. Y todos ellos me recuerdan a la mía y todo el sacrificio que mamá y papá hicieron por mí y mi hermano. Sin ellos, no podría estar estudiando en donde ahora estoy.
Repentinamente, me encuentro frente a la cafetería a las que vinimos con los chicos. No se ni como llegue hasta aquí pero al mirar la hora, ya eran las 5:15pm y mi estómago me reclamaba por comer algo. Por fortuna traía algo de dinero conmigo, así que aproveche y entré.
Busqué una mesa lo más cerca de la caja posible para que me atendieran rápido y no tardara tanto en volver a casa, y al encontrarla, fui directo a ella. Me trajeron la carta y luego me dispuse a esperar por mi smoothie de frutilla y banana y mis galletas. Mientras veía mi celular, en mi mente apareció una cabellera roja. Esta fue ocupando cada vez más un lugar en ella y no podía sacarla de mi cabeza; se estaba adueñando de mis pensamientos. Quería gritar y decir ¡basta! pero mi cerebro no reaccionaba.
«Hey, ¿por qué te pones a pensar en ella y recordármela? No quiero eso, ya déjame tranquilo» reclamé.
Para terminar de completar todo lo que sucedía, cuando levanté la vista, ella apareció en mi campo visual. ¿Es que no podía pasarme algo peor? Si, que se sentará en la mesa de al lado. No sabía dónde meterme, mi cara seguro estaría completamente roja y no tenía nada para tomar, agregando que estaba hecho un manojo de nervios. Por suerte, mi smoothie y mis galletas llegaron. Respiré hondo y continúe como si nada hubiera pasado.
Mientras comía, observaba cuidadosamente como ella estaba sumergida en su libro mientras tomaba su malteada. La encontré un poco linda, ya que su cabello despeinado y sus lentes la hacían tener un aire fresco.
Varios chicos que pasaban a su lado le hacían algún que otro cumplido, los cuales ella ignoraba totalmente. Eso me bastó para hacerme saber que entablar conversación con ella no era nada fácil; tampoco es que estaba interesado en hablarle...¿cierto?Cuando terminé de comer fui a la caja a pagar. Al verla de reojo, note que estaba un poco cansada y lo menos que podía hacer era pagar su cuenta (ya que hablarle no iba a resultar). Le pedí amablemente a la cajera que me permitiera el ticket de su cuenta para escribirle y hacerle saber: "Te note cansada, y lo menos que pude hacer como un buen caballero que ayuda a una dama, es pagar tu cuenta. Espero no te moleste." Se lo devolví a la cajera y le dije que le entregara eso cuando ella se fuera. Le agradecí y di la vuelta para irme. Al llegar a la puerta, la mire de reojo por última vez.
Salí de aquel lugar con una sonrisa, esperando haber hecho algo bien.
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La chica de la cafetería ; Cha Eunwoo [PAUSADA]
FanficEl mundo está dividido en dos partes: una parte de la población cree en el amor a primera vista, mientras que la otra considera que eso es imposible y una locura. Cha Eun Woo pertence a esa segunda mitad. Según él, nadie puede creer en el amor a pri...