:re 🚬 Haise/Kaneki

༺ Two ༻

[Cafetería :re]

Una joven pelinegra entró a la cafetería, llamando la atención de los empleados.

– Buenaaas~ –saludó sonriendo.

Una peliazul tras la barra se giró, mirándola.

– Bienvenida, Tn –sonrió.– ¿Lo de siempre?

– Por favor –dijo mientras tomaba asiento en la barra.– ¿Cómo te va, Yomo?

– Bien, ¿A ti, Tn?

– Bien –sonrió.– Agotada.

– ¿Mucho trabajo?

– Uff sí. Demasiados cadáveres –rió

– Aquí tienes –dijo dejándole la taza frente a ella.– Deberías descansar un poco, ya tienes ojeras.

– Gracias –rió.– Lo sé, anoche llegué a la madrugada a casa, y hoy tuve que levantarme temprano.

– ¿Al menos tienes ayuda?

– Sí, de Crawler y Ayato. Son como mi mano derecha –rió y bebió el café.

– Al menos ellos te ayudan.

– De todos modos debes descansar, no es bueno que andes con pocas horas de sueño.

– Lo sé, lo sé. ¿Y ustedes qué tal? ¿Cómo va el negocio?

– Bien, muy bien.

– Bastante bien. ¿Tienes trabajo hoy?

– Algo. En media hora más o menos recibiré una llamada de Crawler, va a avisarme a dónde tenemos que ir. Luego de eso estaré libre.

– Al menos descansarás un poco entonces.

– Sí –rió y bebió café.

– Por cierto, ¿Cómo está? –preguntó la menor por su hermano.

– Bien. Está alto, me ha pasado ya –rió.

– Ya veo –sonrió.

La puerta de la cafetería se abrió, por ella entraron tres jóvenes hombres: uno de cabello blanco con raíces negras de saco blanco, uno pelinaranja de chaqueta oscura con gorro forrado de piel, y un peliverde con un parche médico sobre su ojo derecho. Los tres entraron conversando alegremente.

– Ésta fragancia...Ésta tienda de seguro tiene un buen café –dijo el de hebras blancas y negras.– Mi nariz de kagune está susurrándomelo.

– Que buenas células RC tienes –sonrió el pelinaranja.

– ¿Nariz de kagune? –preguntó el del parche.

Yomo miró al mayor de los tres, el albino; él también lo miró.

– Oye, ¿Cuántas veces te he dicho que debes darle la bienvenida a los clientes? –lo regañó Touka.

– Es cierto, Yomo –rió terminando su café.

– Espérame –dijo Touka a la pelinegra.

Touka se acercó a los clientes, indicándoles una mesa para sentarse y tomando así su orden, luego volvió tras la barra. Yomo se sentó frente al peliblanco, mirándolo seriamente y sorprendiendo a los tres clientes. Touka y Tn se sobresaltaron; la pelinegra se levantó rápidamente y lo tomó del brazo, levantándolo de la silla y llevándoselo.

– Yomo, ¿Qué haces? Asustarás a los clientes –lo regañó.

Yomo volvió tras la barra mientras Touka lo regañaba. Tn suspiró.