Relatos de terror

Debajo de mi cama hay un perro muerto...

Estábamos jugando el clásico juego donde cantábamos la canción: "debajo de mi cama hay un perro muerto el que diga, 4 se lo come el muerto". Disfrutábamos mucho ese juego, solo estábamos mi hermano y yo. Y le gané por sexta vez corrida. Nuestra madre abrió la muerta de repente haciéndonos brincar.

—Acuéstense—nos quejamos, queríamos seguir jugando. Pero le hicimos caso.

La luz se apagó, y trato de buscar el sueño. Tenía todavía aquella canción pegada a mí. El tiempo voló y mis ojos se cerraron.

Las horas pasaron, siento algo húmedo que tocaba mi mano. La misma estaba pesada y en el borde de la cama. Abro mis ojos y trato de mirar en la oscuridad. Algo se estaba moviendo por la habitación. Llamo a mi hermano, y nada. Seguía durmiendo, o al menos eso se veía.

Vuelvo a observar, y una sombra se acerca a mí. No pude reaccionar, empecé a temblar. Quise gritar, pero no pude.

Allí estaba.

La criatura o mejor dicho, el perro muerto se dirigía hacia mi hermano. El había perdido, solo escucho un grito y como el perro se lo lleva debajo de la cama...