Juliana, Eloy, Esteban y Elena estaban ya en aquel sacro lugar. Cada uno rindiendo tributo en la respectiva tumbas de sus familiares, aunque los chicos de la tragedia tenían aparte una especie de capilla especial, pues su restos no fueron encontrados y en su lugar se recogieron las cenizas que son las que contienen la vasija dorada que estaba al centro en una especia de repisa hecha de mármol que fue cancelada por todo los familiares de los fallecidos. Ese era el punto de encuentro de los chicos antes de dar comienzo el rosario. Elena y Esteban estaban juntos, al no ser de aquel pueblo Esteban andaba con su novia desde el principio de las actividades religiosas. Eloy y Juliana ya se habían separados de sus familias.
—¡Hola chicos! —habló Eloy que se sentía con muchas ganas de compartir con sus amigos.
Los demás saludaron al chico.
—¿Y... nos quedamos para el rosario? —dijo Eloy, llevando un bolso a la espalda—. Mejor será que empecemos nuestro recorrido del dia de los muertos. Además tengo algo muy importante que decirles.
Esa noche particularmente, tres de ellos tenían algo que decirse a cada uno. Esa era una de las razones por la que había accedido al disparate de Eloy del hacer el recorrido del Club del misterio de los fallecidos. Por cierto aquel Club fue totalmente prohibido en la secundaria Gabriel Liendo y al que descubriesen tratando de retomar las actividades seria expulsado de la institución educativa de manera inmediata.
—Será mejor darle prisa al este estúpido asunto —Recalcó Esteban metiendo la mano en los bolsillos para levantar sus anchos hombros— sino este enano no nos dejara en paz por el resto de nuestros días.
Las chicas se miraron entre si y asintieron.
—Pero antes de comenzar...—expresó Eloy, abriendo su bolso—. Qué les parece si primero nos deleitamos con este postre cortesía de mi madre. Por cierto Juliana, mamá hará especialmente para ti una torta tres leches... Así que aún está en deuda conmigo.
—Dile a tu santa madre que es un sol —Exclamó entusiasmada por la noticia. Además, estaba a punto de comer torta que era su debilidad gracias a que poseía un fabuloso metabolismo que le garantizaba comer todo lo que quisiera sin engordar ni un solo gramo extra—. Que esperas enano. Comienza a repartir.
Luego de disfrutar de las delicias de la madre de Eloy. Los chicos tomaron el tenebroso sendero hacia los escombros de la casa maldita. Iban acompañados de la señora de la noche que les iluminaba el camino, sin embargo su tenue resplandor no era tan brillante, sin importar qué y a pesar de no ser fanaticos de sitios oscuros los cuatro amigos siguieron adelante. Eloy siempre conseguía que sus amigos le acompañanse en sus aventuras, en parte porque sabían que eso le apasionaba y que además eso de estar buscando el misterio en todo lo que pasaba en el pueblo era su mayor entretenimiento. Por otro lado; porque muy en el fondo sentían curiosidad por las cosas que su amigo relataba con mucha naturalidad aunque en ocasiones habia que detenerlo pues, se ponía intenso o más bien obsesivo.
—No entiendo tu empeño de visitar un sitio tan tenebroso y de paso en horas de la noche —refirió Juliana que iba a su lado.
—ya lo verás Juliana, tu siempre tan impaciente y aguafiestas. —Dijo el chico—. Solo presta atención. Descubrí que en este día se abre un portal entre los dos mundos los vivos y los muertos en donde cada uno transita sin darse cuenta quién es quién. Solo debemos tener paciencia.
Los chicos miraban a su amigo que mostraba en su rostro estar completamente convencido de sus hallazgos. Pero como hacerle entender que estaba equivocado. O eso creían ellos. Mientras esperaban algo que no sabían que era. Los chicos se sentaron en unos troncos que se encontraba en los alrededores del lugar. Esteban sacó su pañuelo del bolsillo para colocarlo en el tronco y así evitar que Elena ensuciará sus pantalones cortos de Jean rosados. Ella recogió su abundante cabellera en una cola y se sentó agradeciendo a su novio el gesto. Se veía un poco triste, sin embargo cruzó mirada con juliana que asintiendo con la cabeza la instó a que hablara con el chico.
—E... Cariño. Hay algo que necesito decirte. Solo espero que me comprendas. ¿Si? Promételo.
Esteban sintió un escalofrió al escuchar las palabras de su novia.
—¿Qué sucede doble E? No puedo prometer algo asi. Habla y ya veremos.
La chica comprendió.
—Sabes que pronto será nuestra graduación...—Vaciló un poco—. Es que...
En ese momento Eloy como siempre de imprudente. Interrumpió la conversación entre aquellos novios.
—Escuchen chicos, tengo algo importante que decirles.
—Tiene que ser en este momento, enano —habló Esteban ya indispuesto—. Estoy tratando de sostener una conversación importante con mi novia. Imprudente.
—Lo siento. Pero hoy no es día de los enamorados. Además... —se apresuró a decir Eloy antes que lo volvieran a interrumpir—. Me mudaré de este pueblo tan pronto nos graduemos. Mamá quiere que nos vayamos para buscar un mejor porvenir educativo para mis estudios profesionales. Así que deben dedicarme tiempo, pues pronto no estaré con ustedes amigos.
Elena sintió un poco de alivio, pero solo era cuestión de tiempo para encarar a Esteban y decirle que al igual que Eloy; ella y Juliana también se marcharían del pueblo a estudiar en la universidad. Estaba segura que esa noticia no seria del agrado de su novio, pero igual estaba sabía que la apoyaría.
—Mejor lo hablemos mañana—dijo Elena—. Hoy será un poco incomodo con Eloy interrumpiendo a cada rato.
De repente, todos se quedaron de una pieza a ver a unas personas salir del bosque oscuro.
—¿De donde salieron estas personas? —Inquirió Esteban que ya había sentido una extraña brisa por su rostro.
Eloy estaba congelado, pero en su rostro se reflejaba una sonrisa de satisfacción como cuando tu descubrimiento se hace público y sabes que te llevarás los laureles.
—Era cierto. No lo puedo creer. Tan cierto como que tengo escalofrió en todo mi cuerpo. —Dijo el enano.
Juliana buscaba una explicación a lo que veían sus incrédulos ojos.
—Habla de una vez Eloy. Explícanos que es esto ahora mismo. —Refutó la chica entre enojada y asustada.
Elena solo atinó a sujetar las fuertes manos de Esteban que en un instinto protector la cubrió contra su pecho.
—Un chico del colegio hace como una semana—intervino finalmente Eloy para explicar aquello que todos veían—. Me abordó. Me dijo que si quería escuchar una historia de los chicos del club del misterio. Bueno el caso es que dije que si...
—Al grano... —dijo Esteban tratando de mantener la calma.
—¡Dios...! Que temperamento... Bueno para hacer corto el cuento. Me dijo o más me bien me sugirió, ya no se que quiso decirme... según él cada día de los muertos los chicos que fallecieron ese día repiten todos los años su reunión anual de misterio. Para ser sincero no lo creía posible, pero viendo esto ya lo creo que si y es increíble ¿No les parece?
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El Club del Misterio 3
Mystery / ThrillerAlgunas historias tienden a repetirse de manera siniestra es por ellos que los ciclos deberían tener un cierre definitivo. Las almas de los chicos de este espeluznante club siguen narrando sus historias de nunca acabar. ¿Podrán Juliana, Eloy, Esteba...