Caminamos juntas hasta el padre, le dio la ostia a ella primero, le cedí el lugar a otra viejita, luego tomé la ostia yo. Cuando giramos para caminar, me sentí incomoda, miré a un lugar al azar y me encontré con la mirada fija de 4 mujeres vestidas de blanco, una de ellas era rubia, con extensiones, labios inflamados y nariz obviamente demasiado puntiaguda para ser real, las miré fijo; dos de ellas al notar mi imponente mirada, se hicieron las desentendidas; mirando hacia otro lado; la señorita mil cirugías mantenía su mirada fija, pronto esto se había convertido en una guerra de miradas, quien parpadeara por más tiempo o cediera, es decir fijara su mirada en otro lado, ganaba.
Maldición. Acabo de tomar la eucaristía y ahora tendré que confesarme por pelear con esta tipa y llamarla señorita mil cirugías.
-Es guapo, ¿no?- abuelita me hizo perder; la miré y sonreí
-¿por qué no se sentó con los demás? parece que la esperaban- dije señalando un poco su traje blanco.
-No vengo con ellos.- se limitó a decir.
Harry se levantó del banco cuando llegábamos, me ayudó a sentar a abuelita, ella renegó, argumentando que ella podía hacerlo sola, lo cual dudo muchísimo.
Nos sentamos en nuestro lugar y esperamos en silencio que la misa terminara, terminó, me levante, hice una seña con mi mano en modo de despedida de ambos, y me fui, camine por la salida lateral, en el camino no pude evitar comprar un helado de limón, mi favorito.
Caminaba pacientemente cuando escuché como desactivaban la alarma de un auto, era un navegator lincoln 2017, color arena, la mire unos segundos y vi cuando señorita mil cirugías se acercaba, golpeando impaciente el pie en el suelo; esperando que Harry se acercara a abrirle la puerta, el lo hizo y no pude evitar notar su gran y operado trasero, reí en voz baja y seguí caminando.
Me subí a mi auto y conduje hasta mi casa, lo estacioné afuera de la cochera y entré. Mi teléfono comenzó a sonar
-¿hola?
-Acacia, estoy afuera; vámonos
- ¿a donde?- Pregunte riendo y acerándome a la puerta,
-antes de que salgas, corre a tu habitación y haz la maleta, nos vamos a la playa! Nos quedaremos una semana! Así que empaca todo. -colgué sin decir nada y corrí a mi habitación, aunque no tenía familia en absoluto ellos me hacían sentir como si la tuviera, me hacen sentir como una parte importante del grupo, aunque ninguno tenía idea de que mi padre había muerto cuando yo tenía apenas 16 y a mi madre no la conocí. Nadie sabía que yo estaba completamente sola en la vida. La mayoría de las personas que se enteraron creyeron que yo era libre, anhelaban tener la libertad que yo tenía a los 16-17, llegar a cualquier hora a casa y sin que nadie me molestara por nada... la verdad; muy joven entendí que eso que ellos llamaban libertad, yo lo llamaba soledad...
Termine de empacar y corrí a la puerta, nos subimos al auto y nos largamos! Yo había dejado mi auto en la casa, no lo necesitaría.
Conducimos hasta la playa,
Jeff; Kathleen, Sophía, Armando, Lucas y Tyler
Tyler, Jeff y Kathleen no eran de por aquí, ellos eran de Inglaterra, llegaron aquí por un campamento de verano y decidieron tomar la beca completa para estudiar aquí, en mi universidad.
Todos cantábamos las canciones country como "boys round here" o "my achy breacky heart" era todo tan perfecto; parecía sacado de un sueño, no me hubiera importado que el camino durara uno minutos mas.
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LIMERENCIA
Teen FictionEl Doctor Harold Garfel, no es una persona que le interese hacer amigos, no los busca porque llegan solitos, en cambio al ver tanto misterio en Acacia, intenta buscar la respuesta a todas sus interrogantes, en el caso de Acacia es solo una jóven tí...