-oh no; no podemos hacer eso, ustedes deben estar cansados, ¿no tienen escuela mañana?
-Karen.- la llamé por su nombre y tomé su mano; captando su total atencion. -no se preocupe, estaremos al pendiente, cualquier cosa la llamamos, no se preocupe por nada.- le dije sonriendo, apreté su mano y sentí el alivio en su cara, me acerque a ella un poco, esperando reacción para abrazarla, ella en cambio de presipitó, me abrazó fuerte
-por favor; llamame si algo pasa, cualquier cosa.- sabía que confiaba en mi
-no se preocupe, estaremos avisandole.- le sonreí. -ahora descanse que mañana tendrá que volver.- me soltó y dejo un beso en mi mejilla
-Muchas gracias chicos, vuelvo mañana en la mañana.-
La sala de espera era aburrida, no había ni un alma, ni enfermeras ni doctores; ni mas familiares, solo nosotros.
Me acurruqué en una esquina de la abitacion, crucé mis brazos intentando cubrirme del frio
-Acacia, creo que vamos a necesitar las almohadas y cobijas ¿vamos?- Tyler me ofreció su mano, la tomé y caminamos juntos por el pasillo
-Tyler... ¿no mueres instantaneamente por sobredosis?- el se quedó pensando por unos segundos
-sé que en algunos casos eso sucede, pero no se si una vez en el hospital es igual de probable que... ya sabes.-
La muerte, era aun un tema tabu, no porque tuviera algo de malo, simplemente porque aun no nos hacemos a la idea de que eventualmente pasará y que no es ninguna ofenza decir que alguien morirá ya que es completamente real.
Llegamos al auto, quitó en seguro y entramos; tomé mi bolsa, las almohadas y unas cobijas.
caminamos de vuelta en silencio, todo estaba tranquilo.
llegamos y todos gritaban y jalaban las cobijas y almohadas, me quedé con la mejor almohada y mi cobija de winnie the pooh, me acomodé en la esquina nuevamente y cerré los ojosDios, sé que estas aquí, se que siempre me escuchas y me cumples todos mis deseos, incluso si algunos son caprichos; confio ciegamente en ti; sé que lo que haces es por algo, pongo la vida de Nancy a tu voluntad, solo tu sabes que hacer, no nos dejes solos; si es tu volutad llevarla, danos resignacion y paz a su familia, si decides dejarla, ayudala a salir del mal camino por el que va, ayudanos a ayudarla. Amen
Un padre nuestro y un ave maría despues de eso y me quedé dormida, siento un suave y pequeño golpeteo en mi cara, abro los ojos lentamente,
-¿que haces aquí?- era Harry; vestido con un traje quirurgico verde, la verdad se veía muy bien
-estoy esperando a...- al incorporarme me di cuenta que estaba sola,ninguno de mis amigos estaba ahí, solo las almohadas y cobijas
-¿a?- pregunta simpático, esta de cuclillas ante mi; para estar a mi altura
-Nancy Martinez- dije mirandolo -sobredosis, y no se en donde estan mis amigos.- intenté levantarme, el quiso ayudar pero lo hice sola, no me imagino como el podría ayudarme con la pata mala.
-Los he visto bajar por desayuno, también Sophia estaba ahí.- Su tono se volvió serio cuando ls mencionó
-¿que pasa con ella? Estabas con ella ayer, ¿No?- hice uns pequeña pausa, pero no lo dejé contestar. -espera, ¿trabajas aquí?- pregunté sorprendida; el solo sonrió
-si,
-¿Enfermero?
-Doctor; cardiologo.
-Doctor, creo que yo lo había visto antes- el parecía sorprendido
-¿No me recuerdas?
-¿Disculpa? No, me refiero a que, te vi el domingo en la iglesia pero siento que te había visto antes de
-Janie, ¿No me recuerdas?-Janie, al escuchar ese nombre muchos flashbacks comenzaron a atacarme, el sonido de ese nombre en las voces de tantas personas, tantos sentimiento
Mi cabeza iba a explotar, todo se veía borroso, estaba apunto de desmayarme, sentí como Harry me apretaba contra el, llamaba repetidamente mi nombre, esta vez,usaba el real, Janie.
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LIMERENCIA
Teen FictionEl Doctor Harold Garfel, no es una persona que le interese hacer amigos, no los busca porque llegan solitos, en cambio al ver tanto misterio en Acacia, intenta buscar la respuesta a todas sus interrogantes, en el caso de Acacia es solo una jóven tí...