ventilacion en mi trasero

9 1 1
                                    

Acacia
Comencé a abrir los ojos, poco a poco la luz comenzaba a entrar en mis ojos, los apreté fuerte por un momento. Luego los abrí por completo.
Lo primero que vi fue a Harry, sus ojos verdes clavados en los mios.
-Vaya, eres buena para dormir.- esbozó su hermosa sonrisa al terminar
-¿cuanto tiempo dormí?
-de  8am a- hizo una pausa para revisar su reloj- a 7:50
-joder.- sonrió al escucharme maldecir. - ¿En donde está Nancy?
-Nancy aun esta sedada, deberías irte a casa a descansar.
-no puedo, tengo que ir con mis amigos
-Ellos ya se fueron, se turnaron con la mamá de Nancy para quedarse a cuidarla
-¿La mamá de Nancy está aquí?
- Si- pensé por unos segundos, no me había bañado, así que sería buena idea ir a casa,
-si, es buena idea, quiero tomar un baño y ponerme ropa comoda, estaba bata me mata- el soltó uba carcajada, yo no estaba intentando ser graciosa.
-Hm Doctor, ¿En donde estan mis cosas?- me miró unos segundos...
-Se las llevó Kathleen- Joder
-Joder, ella tiene la llave de mi casa, y mi celular. ¿Cuando volveran?
-Por lo que dijeron, mañana en la mañana- pensé por unos segundos- ¿Quieres llamarle?- me ofreció su telefono;
-Gracias- lo tomé y marque el numero de Kathleen, no contestó, marqye mi numero y estaba apagado, el de Jeff, Armando, Sophia, nadie contestó, supuse que estaban todos demasiado cansados
-Yo puedo llevarte a casa
-No tengo mi llave
-Ah bueno; mo hablaba de tu casa-
Su sonrisa traviesa me puso la piel de gallina
-oh no, no te preocupes
-Bueno, no puedes quedarte en el hospital por siempre, ni andar en esa bata, a menos tu trasero esté comodo con mas ventilacion de lo normal.- sonrió de nuevo -Vamos- tiró de mi brazo para que me incorporara, comenzó a quitar las agujas y tubitos de mi brazo, un pequeño flashback golpeo mi mente y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Intenté pensar en otra cosa pero estaba claro que yo sola no podría
-¿Está Claudette en su casa?
-Con su madre-  me liberó totalmente y luego atrapó mi mano con la suya, me ayudó a levantarme, me sentía perfecta
-¿No viven juntos?- a decir verdad, sabía que era mala idea preguntar, pero me resultaba incomodo el hecho de estar sola con el, en una casa.
-Hace un par de años que nos divorciamos
-Lo lamento
-No importa, así son las cosas, conoces a alguien y crees que es la indicada pero luego al pasar los años sus verdaderas intenciones salen a la luz, bueno, nunca es demasiado tarde para retractarse, aceptar el error y empezar de nuevo
-¿Casarte y tener una familia fue un error?- caminamos por el pasillo, el me ayudaba aunque no lo necesitara, su sabía que estaba pensando en su respuesta mas no hacia ninguno gesto
-No.- al fin hablo. -Amarla fue un error, fue una de las dos personas que he amado, hablando de romance claro, después de eso nadie mas... nadie mas..
-¿Nadie mas podría valer la pena para tomar el riesgo?- me miró por unos segundos
-exacto.-
Salimos de el hotel, ¡me sentía en pelotas! Mi trasero se moría de frío. Entonces la alarma de un convertible sonó y las luces parpadearon, miré un poco al doctor, quien sonría de lado apretando las llaves. Ese era nuestro transporte.
Abordamos; y encendió el auto, arrancó,
-¿Quieres cerrarlo? Hace frío
-¿Te molesta?
-Me encanta, pero no quiero tenerte en el hospital por una pulmonía.- sonrió burlandose
-Graciosito- dije imitando su sonrisa y  agudizando mi voz.
Al fin habíamos llegado.

LIMERENCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora