No les ha pasado que al momento de conocer a una persona sientes una conexión invisible, una conexión que aparece sin tener la necesidad de hablar, si no con una simple pero poderosa mirada, una mirada que captura cada aspecto de esa persona, esa mirada que te vuelve adicta pero te vuelve vulnerable. Amas tanto la mirada de esa persona que no quieres que te deje de mirar, eso me pasa cuando el me vio, desde el primer dia su mirada me invadió profundamente y se volvio parte de mi, desde ese dia ame su mirada y aun su mirada me enloquece, me acorrala como no tienen idea. Amo estar con el y sentir que el tiempo es cruel porque no se detiene, que nos roba los minutos, tantos que quiero detenerlo pero no puedo y termino deseando poder captar cada momento , cada sonrisa que me regalas, cada mirada y guardarlas para siempre en mis recuerdos.
Pero como toda mirada, ahi un secreto que no deseamos mostrar, creemos que podemos salirnos con la nuestra ocultandola con una sonrisa, pero cuando nos descuidamos y dejamos ver nuestro lado vulnerable permitimos que vean eso oculto, en ti logre ver un corazón roto, un corazón que una vez quiso ser feliz, que se entrego sin miedo pero la vida no se lo permitio y ahora tiene miedo de entregarse, teme sentir algo nuevamente, es duro entregar tu corazón cuando ya fue lastimando pero es mas duro para la persona que quiere entrar porque no comprende porque se protegen, porque son tan duros tanto con ellos como por otros, eso he tenido que pasar desde que lo conoci y aun sigo luchando para poder ganar su cariño y no descansare hasta poder sanar sus heridas.