Licantropos y Neófitos

El encuentro de Rave y Khaden

Khaden.

Rave corría tambaleante, posiblemente le puse mucha verbena en la daga, era sorprendente no verlo tirado en la nieve al instante, tal vez estaba resistiendo tanto por ser puro, lo veo alejarse.

Uno...dos...tres...y cayó al suelo, se arrastraba con una mano, camino hasta donde el estaba, agarraba una daga delgada la que clava en mi pierna, sin más cierra los ojos.

Sacó la daga y la guardó, agarró sus brazos y lo levanto, su cuerpo era delgado, la verbena empezaba a debilitar lo su cuerpo empezaba a ganar peso.

Lo llevo hasta mi mansión, Gareth estaba junto a Isabella «mi princesa» con las cosas del cementerio y Carter en esas cosas del castillo de los Hellsing y encontrar a Gareth que al parecer no quería verlo "esto estaba de locos"  así que no había muchas cosas que hacer en esos momentos, los sirvientes abren las puertas y miran con preguntas a Rave y a mi.

Ivana estaba con los brazos cruzados ¡Joder!que esa mujer no lo dejaba en paz.

—¿Qué crees que estas haciendo?¡Todos morimos y tú te llevas a un chico cualquiera!

Joder un día se estos mataría a Ivana, veo a Rave y su piel había cobrado color, se veía más humano.

—¿Podrías ser más linda y traerme unas mantas y toallas calientes?

Ivana gruñe y me lanza uno de esos floreros, la miro y su era inteligente no me retaria, suelta un gruñido y camina hasta uno de los sirvientes, era raro sentir el corazón latiente de un vampiro, su fría respiración.

Dejo a Rave en la cama y lo amarró de las manos y lo cubro con unas mantas, su piel estaba helada lo que mostraba el leve rojo en las mejillas perfectas.

Dejaría que primero se caliente antes de hablar con él.

Rave.

Era lo peor que había vivido en la vida eterna que tenía, recordaba con frecuencia su infancia antes de haber sido mordido por Rayne, odiaba ser amarrado, era la peor sensación del mundo, había olvidado lo que se sentía ser débil.

La muñeca le ardía un infierno, esa soga le estaba cortando la piel, las imágenes volvían a mi mente, odiaba soñar de dormido.

Era raro dormir, no lo había hecho en unos...tres mil o cuatro mil años, quien sabe tal vez más.

Era reconfortante sentir calor,, las mantas por si eran calientes y habían almohadas suaves, debía aceptarlo esto se sentía bien.

«excepto la parte de estar con una muñeca herida»

—Te vez muy tierno durmiendo—habla una voz masculina y ronca.

Ese maldito licantropo estaba apoyado en la puerta, con una sonrisa extraña.

«lo odio»

No lo recuerdo muuy bien pero sólo recuerdo que ese licantropo me apuñaló con una estaca llena de verbena¿Quién hacia eso ahora?

Ya no era el siglo XX, además que todas las legiones se habían encargado de exterminar toda clase se planta y verbena de todos los Estados Unidos.

Confundido pregunto de donde la sacó.

—Verbena...¿De dónde la conseguiste ?

—Herencia familiar, no te enojes

—Suelta me y déjame ver si estoy enojado o no.

El sonríe y empieza a caminar a la cama con una daga común.

No estoy seguro cuanto efecto tiene la verbena sobre mi ya que no se cuanto tiempo llevo dormido o cuanto verbena tenía infectada la daga.