El hombre de cabellos negros miró al médico esperando que este le contestara cual era su apellido, a lo cual Izaya sin dejar su semblante serio, le respondió.
—Soy el doctor Orihara y por favor deme el verdadero nombre del paciente.
— ¡Es Heiwajima! El famoso cantante Shizuo.
Exclamó Mikado caminando hacia Izaya quien lo miró sin ninguna expresión en el rostro y le contestó.
—Gracias – apuntando el nombre en el expediente
– Bien, Señor Shizuo, por favor espere un momento, voy a llamar a una enfermera para que nos ayude a llevarlo a la sala de radiografías y así procedamos a verificar que tan grave es su fractura para enyesarla y después pueda irse a su casa.
Sin más Izaya caminó hacia la salida de la habitación ante la mirada molesta de Mikado, quien les sonrió a todos, saliendo tras el doctor Orihara, quien ya estaba hablando con la enfermera a cargo para que le designara a una enfermera al paciente.
— ¿No me digas que tú no lo vas atender?
Izaya le entregó el expediente a la enfermera jefe dejándole las instrucciones que debían seguir con ese paciente, siendo seguido por un hiperactivo Mikado.
—Es solo una fractura, tú ya sabes el procedimiento.
—Pero Iza, es… ¡es Shizuo Heiwajima!
—Para mi todos los pacientes son iguales y tienen diferentes niveles de prioridad – mirando hacia la habitación de donde había salido
– Y ese paciente, el señor Heiwajima, es de baja prioridad, por esa fractura no se va a morir, las enfermeras saben que tienen que llevarlo con el doctor kadota para que pueda enyesarlo y después se vaya a su casa.
—Siempre me sorprendes, ¿sabes acaso que muchos morirían por atenderlo? – cruzándose de brazos
– Si tú no lo vas hacer, lo haré yo.
—La verdad, no, no sé a qué viene tanto alboroto, pero lo único que te voy a decir, es que tú no vas a atender a nadie.
— ¡Lo haré!
—Desde hace dos horas tú turno terminó y sabes bien, que no puedes atender a nadie más, así que por favor ve a casa a descansar.
—No Izaya, yo voy a atender a Shizuo y…
—Entiendo que te guste ese… ¿cantante? – Añadió comprensivamente
– Pero no creo que tú salud y la salud de tú bebé, esté por debajo de tú admiración por esa persona.
Cuando Mikado escuchó lo que Izaya le dijo, supo inmediatamente que esta vez debía de dar su brazo a torcer, porque así no lo quisiera aceptar, Izaya tenía razón y su bebé estaba por encima de todo y por ello llevó ambas manos a su pequeño vientre de tres meses y haciendo una mueca, suspiró y le contestó.
—Para otra, le diré a Kida que no te encargue cuidarme.
Izaya vio como Mikado se daba la vuelta de manera algo dramática y sin más despidiéndose de todas las enfermeras salía de la sala de emergencias.
Una sonrisa casi imperceptible se formó en sus labios, la cual casi inmediatamente se borró, cuando a la sala de emergencias los paramédicos entraban con una camilla y un paciente ensangrentado y él debía de ayudar a salvarle la vida a esa persona, que había sufrido un accidente automovilístico.
Izaya comenzó a caminar junto a la camilla indicando ordenes y comenzando a hacer todo lo posible por salvar a ese paciente, mientras que de la habitación en la cual minutos antes había estado, la enfermera salía ayudando al señor Heiwajima, quien al ver pasar rápidamente al doctor Orihara, volvió a olvidar el dolor en su muñeca y susurró.
—Izaya.
oOoOoO * oOoOoO—Vete…
— ¿Estás seguro? Sabes que aún puedo quedarme y…
—Largo Orihara Izaya, tú turno acaba de terminar hace media hora y te quiero fuera de aquí.
Izaya observó a un serio Kishitani Shinra quien prácticamente lo estaba arrastrando fuera de la sala de descanso.
—Está bien, me voy – sacándose los lentes
– Pero ya sabes que si hay alguna emergencia, yo puedo regresar y…
—Adiós.
Y la puerta de la habitación de descanso se cerró en su cara, dándole a entender que el médico Shinra, no quería seguir escuchándolo y que sobretodo lo quería fuera del Hospital, al menos hasta que hubiera dormido más de dos horas.
Sin más Izaya colocó ambas manos en sus bolsillos y caminó tranquilamente hacia la salida, despidiéndose de sus colegas y enfermeras.
Cuando ya estuvo fuera, pudo sentir en su piel nívea la calidez de la luz de sol, que esa mañana había salido. Miró de reojo al estacionamiento donde su auto estaba, pero decidió que era mejor que se fuera a casa en un taxi, porque en ese instante que su mente se estaba despejando, podía sentir el cansancio de todas las horas que llevaba sin dormir y manejar en ese estado, sería algo suicida.Cerró sus ojos un momento deteniéndose en la acera aledaña al Hospital, sintiéndose con bastante sueño, pero el grito de muchas personas, corrección – el grito de muchas chicas – hizo abriera los ojos, buscando el origen de todo ese alboroto y se sorprendió cuando esas chicas estaban prácticamente rodeándolo, pero no lo miraban a él, sino a un impresionante auto - ¿Audi R8?, se le vino a la mente al reconocer el modelo de ese auto que estaba frente a él.
Sus ojos marrones vieron como la puerta de ese auto se abría, mientras un par de hombres bastante grandes comenzaban a alejar a esas chicas que gritaban y sintiéndose fuera de lugar, trató de irse, pero la voz de otra persona mencionando su nombre, lo detuvo.
—Izaya.
El mencionado volteó hacia el auto y vio a un hombre vestido con un traje negro bastante elegante que se acercó hasta quedar frente a él.
— Tú…si – sonriendo – Tú eres Orihara Izaya.
Aquel hombre le estaba sonriendo ampliamente y estaba seguro que si en ese momento no se alejaba, esa persona era capaz de abrazarlo, porque al menos el movimiento de su cuerpo le indicaba eso.
—Lo soy – retrocediendo un paso - ¿Sucede algo?
—No me recuerdas – quitándose los lentes que llevaba – Soy yo y te he estado buscando por años.
Y lo que Izaya presumió, ocurrió. En menos de dos segundos sintió como esa persona que reconoció como el paciente que en la madrugada había atendido, lo envolvía con uno de sus brazos y lo aferraba a su cuerpo, evitando golpearlo con el yeso que ya tenía en su muñeca.
El grito de las chicas era bastante fuerte e Izaya quien se había tensado, se alejó de manera algo brusca de ese abrazo y mirando fijamente a ese hombre le dijo.
—Señor Heiwajima, no entiendo y tampoco pretendo hacerlo - caminando fuera de ese sitio – Adiós.
Pero Izaya no pudo irse porque Shizuo lo había detenido de la muñeca.
—Izaya, soy Shizuo – acercándose más a él – Heiwajima Shizuo y nos conocemos.
Y una sonrisa cargada de sarcasmo se vislumbró en el rostro de Izaya quien antes de soltarse del agarre de Shizuo, le contestó.
— ¿Heiwajima Shizuo? Yo ni siquiera sé quién eres.
Shizuo sintió como Izaya se soltó de su mano y se quedó de una pieza en el momento exacto en el cual, escuchó como el doctor Orihara, le decía.
—Y no, tú no me conoces.
Sin más vio como la espalda de Izaya desaparecía de su vista, detrás de todas aquellas fans de Shizuo gritaban y en ese preciso momento él se dio cuenta, que el doctor Orihara, no era más ese muchacho que hace trece años atrás, lo había ido a buscar el día de su primer concierto.
El doctor Orihara, no era el muchacho que él observó mojarse bajo aquella lluvia de esa noche de hace trece años, en el cual, Shizuo, le había roto el corazón.
—Y entonces él es Izaya.
La voz de su manager lo sacó de su ensimismamiento, y Shizuo tan solo asintió regresando a su auto.
—Es mucho más atractivo de lo que me lo describiste.
—Lo es, pero… - bajando la mirada – Ese de ahí, no es mi Izaya.Y mientras Shizuo recibía una palmada en el hombro por parte de su manager, Izaya con el rostro inmutable estaba sentado en el asiento trasero del taxi que lo llevaría a su casa. El sonido de su móvil llamó su atención y toda la frialdad que en sus ojos siempre estaba, cambió por una mirada cálida y llena de amor, mientras contestaba y al otro lado de la línea, alguien le decía.
— papá, acabamos de llegar a Japón, espero que hayas hecho mi plato favorito.
e Izaya con todo el amor que tenía en su interior, contestó.
— Lo haré, solo llega con tú mamá y tendrán un platillo espectacular.La sonrisa de Izaya se amplió cuando escuchó la risa divertida de las dos personas que él amaba y que sobretodo lo conocían.
Esas dos personas eran las únicas que podían decirle que lo conocían y su corazón se sintió mucho más tranquilo, al escuchar la voz de aquella mujer que durante trece años había estado a su lado.
Izaya, pronto estaremos en casa.******************
Disculpen por tardar en actualizar, estuve en temporada de exámenes y estoy exhausto, pero no quería dejarlos mal, espero que les haya gustado el capitulo tanto como ami </3
Pregunta
Quien será el hijo de Izaya y quién es el padre?
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"Ambos buscamos la razón de nuestra existencia"
Fanfiction/Shizaya/ ¿Cómo perdonar y olvidar? Cuando la persona que alguna vez dijo amarte, te lastimó sin importarle nada. Y sobre todo ¿Cómo evitar a toda costa que ese "mal" amor se entere de la verdad? ...