2 parte

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Ryugamine Mikado estaba brincando de un pie – literalmente hablando – se encontraba realmente emocionado y rogaba internamente que el doctor encargado del ala de emergencias en esa madrugada, se hubiera quedado dormido, para que así, a él lo dejaran atender a ese paciente especial, que ahora se quejaba de dolor.

Sus ojos brillaron cuando observó a la enfermera caminar hacia él, lo cual significaba que el doctor encargado, no estaba y que él debía de tomar su lugar, a pesar de que ya su turno había acabado. En otra ocasión se hubiera negado un poco más en atender a alguien que estuviera fuera de su turno y mucho más al haber estado casi veintiséis horas despierto y con una ganas inmensas de ir a su camita caliente, pero esa madrugada era diferente y solo por ese paciente “especial”, se quedaría y lo ayudaría en lo que fuera. ¿No por algo era el artista que admiraba desde que tenía diecisiete años, verdad? Se dijo así mismo, recordando que a la “tierna” edad de diecisiete conoció a ese cantante por medio de la televisión y desde ahí siguió su carrera.

Y si con orgullo podía decir que a sus veintinueve años, seguía siendo un fanboy de el asombroso y espectacular… —Doctor Mikado, por favor usted atienda al paciente – le habló la enfermera cortando sus pensamientos – Este es el expediente que hemos abierto para él, porque como es una persona famosa, no se atendía en este hospital y… —Sí, si lo sé – quitándole el expediente – Yo con mucho gusto lo atenderé.

La enfermera observó como el ¿coqueto? y nada introvertido, doctor Mikado caminaba con una gran sonrisa en su rostro hacia la sala de emergencias, donde ese guapo artista estaba quejándose de dolor por haberse fracturado la muñeca en uno de sus ensayos. Pero cuando estaba decidida a seguir a Mikado para poder ver un poquito más a ese hombre - ¡y qué hombre! – la voz totalmente neutral del médico encargado de la guardia de esa madrugada, la detuvo en su intento, y suspiró, porque sabía que no solo a ella se le iba a ir la felicidad de deleitar sus ojos con ese cantante, sino que también al doctor Mikado. — ¿A qué paciente tengo que atender? Deme el expediente y sígame mientras me relata que le ha sucedido. —Eh…doctor Izaya, bueno verá… — ¿Qué pasa? – Extendiendo su mano – Deme el expediente, ese paciente debe de ser atendido, no podemos hacerlo esperar. —Lo que sucede doctor Izaya, es que el doctor Mikado… La enfermera sentía que se estaba enredando en sus propias palabras, porque sinceramente era bastante agotador aunque ambos tenían bastante marcada la diferencia, porque el médico Ryugamine Mikado era mucho más jovial y alegre, por ello era un pediatra totalmente amado por los niños y las madres de esos pequeños, en cambio el médico cardiólogo, Izaya , quien era un hombre bastante atractivo y uno de los mejores en su especialidad, era una persona bastante inexpresiva y sobretodo esa mirada fría que alejaba a muchos e infundía profundo respeto, hacía que todos quienes trabajan con él, se sintieran quizás algo-por no decir bastante - intimidados por Izaya.

— ¿Mikado Ryugamine? - se adelantó Izaya cruzándose de brazos con semblante serio
- ¿Qué tiene que ver el doctor Mikado?, se supone que él ya debía de estar fuera de aquí – revisando su reloj – Sabe que por su estado, tiene que descansar. — Doctor Izaya, no se enoje con él – jugando con sus manos – Él ya iba de salida, cuando el paciente por el cual nosotros lo llamamos a usted, llegó a emergencias, está bastante adolorido por eso el doctor se quedó un poco más para ayudarlo.

Izaya alzó una ceja al escuchar el relato entreverado de la enfermera y decidió que debía dejar de estar conversando e ir a ver quién era la persona que había hecho que Ryugamine decidiera ocupar su lugar, cuando ya debería de estar yéndose a su casa a descansar.

La enfermera suspiró, porque supo que seguramente ahora Mikado se ganaría un regaño de parte del doctor Izaya, por estar aún en el hospital y sobre todo por tomar su lugar en emergencias, el lugar prohibido para Ryugamine Mikado, quien en su estado, no podía tener emociones fuertes, bueno al menos lugar prohibido hasta que dentro de seis meses todo regresara a la normalidad.

"Ambos buscamos la razón de nuestra existencia"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora