Capítulo 2: All Alone
— ¡Orihara Izaya! ¡Qué demonios significa esto!
Cuando Izaya escuchó la voz de su madre gritar aquello desde la cocina, supo que al final ella se enteró de una u otra manera del secreto que durante casi ya un mes había estado guardando con recelo. Poniéndose ropa más holgada y hasta haciendo esfuerzos para no hacer evidente que todo lo que comía, lo vomitaba.
— ¡Mocoso estúpido, ven acá!
Cerró sus ojos por un instante, ya que en el momento que se quiso poner de pie para acudir al llamado de su madre, un mareo casi hace que se vaya de bruces contra el suelo. Pero no fue necesario que él fuera hasta la cocina, ya que la puerta de su habitación se abrió intempestivamente y su madre ingresó furibunda, mirándolo como si de un bicho raro se tratara, lanzándole a la cara un sobre, que cayó al suelo lentamente e Izaya pudo leer que el remitente era el médico que le había informado hace ya casi cuatro meses de su estado.
—Lo siento.
Pronunciaron sus labios y su madre se acercó hasta él propinándole una dolorosa cachetada que le volteó el rostro, pero lo que le asombró a ella fue, que él solo bajara el rostro, pero ninguna lágrima bajara por su rojiza mejilla, enfureciéndola más.
— ¡Cómo te atreves a solo decir lo siento! ¡Entiendes la magnitud de tus actos! ¡Eres tan solo un mocoso estúpido!
Los gritos resonaron por toda la casa y su padre quien acababa de llegar del trabajo, caminó alertado hacia la habitación de su hijo menor, encontrando a su esposa dándole otra bofetada que logró que Izaya cayera al suelo, protegiendo instintivamente su vientre, su casi imperceptible vientre de cuatro meses.
— ¿Qué pasa aquí?
Preguntó el padre de Izaya, escuchando la historia de su esposa y abriendo los ojos desmesuradamente, presionando los puños y caminando furiosamente hasta donde su hijo se encontraba, lo tomó bruscamente del brazo, haciendo que se pusiera de pie y jalando de él lo llevó a rastras hacia la puerta principal de la casa, ante el mutismo de Izaya.
— ¡Eres una aberración! ¡Si tanto te gustó revolcarte con quien sabe quiénes, entonces lárgate con esa cosa que llevas dentro de ti!
Gritó, cuando nuevamente Izaya caía al suelo, sin decir nada, sin derramar ninguna lágrima, tan solo protegiendo su vientre de los posibles golpes que su padre quería darle.
— ¡Lárgate Izaya, desde este momento tú no eres más mi hijo!
*Fin del flashback*
—Doctor Orihara, por favor, haga todo lo posible por salvar al bebé de mi hija, aunque ella aún tiene quince años, ella tiene todo el deseo de cuidar a su bebé y nosotros la apoyaremos.
Izaya observó a los padres preocupados de aquella muchacha que hacía unas horas había entrado en trabajo de parto y que cuando dio a luz, se dieron cuenta que el bebe estaba bastante mal y por ello lo habían llamado a él, porque el problema principal del recién nacido era su pequeño corazón.
—No se preocupen, lo salvaremos.
—Gracias doctor, gracias.
Los ojos llorosos de aquella mujer y sus cálidas manos en su brazo, hicieron que Izaya, esbozara una pequeña sonrisa, dándole esperanzas a aquellos padres y sin más se dirigió a la sala de operaciones donde el pequeño bebe luchaba por vivir y el doctor Orihara, eliminaba todo rastros de recuerdos en su mente, de recuerdos que lo podían distraer de aquella importante pero arriesgada operación que tenía que hacer.
De recuerdos dolorosos que debían de quedarse en lo profundo de su mente.
Shizuo se había ido desde hacía algunos minutos hacia la terraza de su departamento y se encontraba mirando la gran ciudad, las luces alumbraban toda la ciudad y aquella noche la luna brillaba en el vasto cielo oscuro.
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"Ambos buscamos la razón de nuestra existencia"
Fanfic/Shizaya/ ¿Cómo perdonar y olvidar? Cuando la persona que alguna vez dijo amarte, te lastimó sin importarle nada. Y sobre todo ¿Cómo evitar a toda costa que ese "mal" amor se entere de la verdad? ...