Prologo

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Marinette Dupain-Cheng


Parecía que había pasado una eternidad hasta aquel bendito momento. A paso apresurado me preparaba para arribar al que sería mi hogar a partir de ahora. Quizás solo era un apartamento situado en el quinto piso de un bloque sencillo y sin mucho que aportar, pero para mí ya era como la mayor mansión que habría existido jamás.

Mi vida estaba a punto de dar un giro de trescientos sesenta grados; después de un año y medio estaba soltera, con el trabajo de mis sueños y teniendo al fin una ansiada privacidad lejos de mi familia. Pensaba inaugurarla con una mascota, aquella que mis padres nunca me permitieron tener. Lo único malo era el tener que cocinar para mí misma, pero todo plan tiene sus contras. Y en esta ocasión los pros se llevaban todo el protagonismo.

Después de lograr subir todas las escaleras. Divisé aquel que sería mi nuevo apartamento y sentí como algo removía mi estómago. Llámalo nervios, llámalo premonición, llámalo "X". Cara a cara con esa puerta que abría mi vida a nuevas experiencias, literalmente, me decidí a coger dichas llaves para realizar esa anhelada acción.

Pero seguía siendo Marinette Dupain-Cheng. Como era obvio mi manojo de llaves sintió atracción letal por el suelo que pisaban mis bailarinas. Olvidé que era septiembre, que no hacía frio, que mis piernas descubiertas por esa falda lisa no estaban envueltas en unas medias. Olvidé que a veces hay que tener cuenta este tipo de cosas para que no ocurran situaciones incomodas. Coger las cosas con delicadeza para que nadie pueda contemplar ciertos lugares que, después de todo pueden contemplarse en otros lugares como una piscina o una playa. Pero en esta ocasión, mi ropa interior inferior a topos debería haberse mantenido como estaba: oculta. Ignorando lo dicho anteriormente me agaché con toda inocencia a coger dichas llaves. Antes de poder agarrarlas escuché el sonido de una puerta abrirse. Obviamente, no había sido la mía.

Volteé por inercia, aun siguiendo en esa pose reveladora pero que mi mente no había asimilado. Un chico. Rubio. De mi edad. Me. Quiero. Morir. Ahí mis bragas recibieron esa importancia en mi cabeza que deberían haber tenido desde el principio. Y más al contemplar que la mirada de ese joven no iba precisamente a mi hermosa melena o mis ojos azules decorados con un maquillaje natural que de natural no tiene nada porque para eso me he maquillado. Pero bueno, mis prendas delicadas rojas con topos negros eran bonitas, al menos.

Rápidamente, mi cuerpo dio un respingo para regresar a su pose por defecto. Notaba mi cuerpo entero en tensión. Podía escuchar su respiración, tanto la mía como la de ese tipo. A velocidad de la luz, flexioné mis rodillas y cogí mis llaves. Con esa misma rapidez volví a incorporarme. Esta vez tuve suerte y mi prenda hizo su función de ocultar mi ropa interior. Aunque ya tenía las llaves en la mano mis nervios aún seguían presentes. Él empezó a andar. Aproveché la distancia entre nosotros en ese momento, que era sinónimo de la distancia entre un apartamento y otro; que serían unos dos metros como máximo. Intenté mirar aunque fuera de reojo a ese joven al cual había alegrado la vista esa mañana; o quizás no, ya que tampoco es que tuviera una figura de esparto y ver un trasero adornado por unas bragas tan poco provocativas había sido hasta una visión horrorosa. En fin, sea como fuere yo eché mi mirada a aquel tipo.

Vi cómo se colocaba las gafas de sol que tenía anteriormente enredadas en su alborotada cabellera en el lugar donde tendrían que estar. Delante de sus ojos, vaya. Su vestimenta mezclaba tonos oscuros y claros, aunque sonara horrible en él combinaban demasiado bien. Era como si esa camisa que llevaba puesta hubiera sido creada para esos pantalones. A primera vista parecía que tenía una buena figura, lástima que no pudiera afirmarlo porque tan solo le miraba de reojo. Tenía una esencia bastante superior, como si fuese alguien importante.

Sabía que tenía que entrar en mi apartamento (que irónico, ese tío había logrado ser el centro de atención cuando la estrella de este momento era mi apartamento y mi nueva vida) pero mi cuerpo estaba totalmente inmóvil. Sentí la brisa de su movimiento cuando nos quedamos tan solo a centímetros. Yo mirando mi puerta, él el pasillo y quizás la vista que tenía a la derecha ya que nuestro pasillo daba a los Campos Elíseos. Será extraño salir de casa y ya encontrarte con la calle de golpe, pero supongo que no tardaría en acostumbrarme. Cuando pasó por mi espalda escuché una breve risotada que me erizó la piel y provocó ponerme de los nervios. Y no hablo de buena forma, sino con ganas de arrinconarle a esas vallas de hormigón a nuestra altura y tirarle desde ahí. Aunque preferí apretar los puños, mejor que ir a la cárcel, donde va a parar.

Intentando controlar mi nerviosismo tomé con decisión las llaves y me dispuse a abrir la puerta. Finalmente la abrí sin ningún inconveniente; genial, porque él seguía aquí y mi dignidad no podía bajar más. Al entrar lo primero que hice fue dar un portazo, dejando claro lo que pesaba de él y de su carcajada de mala educación. Aunque quizás no debería hacer estas cosas si la puerta era de mi propiedad, también sería de mi propiedad pagar por una nueva si la rompía por una de mis rabietas. Suspiré, añadía a contras un vecino grosero y... que todos mis gastos tenía que pagarlos yo. Quizás era lo obvio, pero era difícil de asimilar.

Abrí los ojos y contemplé el interior. Blanco, blanco roto, algún gris y para culminar, beis. Suspiré. Agradecía que fuera una casa ya con muebles pero... Ahora tenía que preocuparme de darle color a mi hogar, en todos los sentidos.

Me dejé caer en la puerta y volví a dejar escapar otro suspiro. Un bol a pocos centímetros llamó mi atención. Con una sonrisa torcida deposité aquel manojo de llaves problemático.

— Ya estoy en casa. — Y demos por empezada mi nueva vida, una nueva historia.


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WOW, pensé que nunca más iba a poder escribir una historia de Miraculous. Creo que voy a llorar chicxs ;w; 

Sé que es un "AU" y casi no cuenta como Miraculous, but, sé que ha muchxs os gustará esta historia (simplemente por ser lemon, but, tranquilos, me conocéis, sabéis que no solo será sexo xD). Siendo sincera, no estaba bastante inspirada para esta historia, empezó hasta con otro nombre (personas que leen "Palabras de Ary" lo sabrán xD) but estoy muy contenta del rumbo final. Espero que os guste muchísimo. 

Me siento como un ave fenix renaciendo de sus cenizas, nunca antes mejor dicho xD.

  Por cierto, siempre hago listas de Spotify para inspirarme (tengo una Miraculous que sigue gente [aún me pregunto why]) y he creado una lista de reproducción para esta historia xD

 https://open.spotify.com/user/1142507843/playlist/7FvntYvSv8sXJl8BUJDSZy

Así que si estáis interesados os la dejo xD

Bueno, gracias por leeeer <3

Redes sociales donde hacerme bullying para que escriba de una jodida vez:

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Insta: ary.clairy

(sobretodo insta, gracias a mis stories sabréis cuando estoy escribiendo xD)

Little White Lies; Miraculous Ladybug AU {Lemon} [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora