Capitulo I.

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Nací el 12 de Abril de 2002, mis padres me llenaron de amor y afecto, me decían que estaban felices de tenerme en su vida, éramos la familia que cualquier niño desea. Cuando cumplí 4 años entré al Prescolar, al principio fue difícil encajar pero al fin y acabo hice muchos amigos, esos tres años fueron divertidos. Al siguiente año entré la primaria, todo iba muy bien, hasta que pasé a cuarto grado, todo tomó un giro inesperado, niños nuevos entraron a la escuela y no eran amables, al contrario, todos eran molestos, una semana después me empecé a enfermar muy seguido y por ello faltaba, esos niños me molestaban los días que iba a la escuela, me ponían apodos, quería saber la razón de su maltrato así que me arme de valor, me acerque para preguntarles, estaba a punto de tocarle el hombro a uno de ellos, ¡Pum! En un abrir y cerrar de ojos me encontraba en el suelo, me había empujado, cuando lo vi a la cara la tenia de asco.

- ¡No te atrevas a tocarme!

- ¿Por qué me tratan así? ¿Qué hice?

- ¿Acaso no te das cuenta? ¡Nos das asco!

¿Darles asco? ¿Por qué? Pero no dije nada más, solo me fui, noté que no estaban de humor, intente en varias ocasiones acercarme pero solo conseguía los mismos resultados, ¡quería respuestas!, así que me volví acercar, esta vez lo tome de la muñeca con algo de fuerza e insistí, esta vez no resulto como antes, no fue el mismo resultado, me había golpeado, estaba tirado en el suelo, aprovecharon y lo siguieron haciendo, a los lejos pude ver a mis amigos, ellos estaban viendo todo y no hicieron nada ! Cuando dejaron de golpearme se fueron, dejándome en el suelo. Todos me abandonaron, incluso mis amigos ¿Por qué? ¿Qué hice mal? No lo sabía, me sentía mal, solo me levanté como pude y me fui a mi casa, cuando llegué mis padres al verme en ese estado me empezaron a atacar de preguntas.

-¡Hijo! ¡¿Qué te paso?! – Exclamo mi madre acercándose para examinar mis heridas.

-¡Nada! - Me aleje de ella alzando la voz

-¡¿Como que nada?! ¡Mira como estas! – Exclamo alzando la voz mi padre haciéndome callar.

-No es nada, se curaran con el tiempo, ya déjenme - Yo no quería decirles la verdad de lo que había pasado así que preferí irme y encerrarme en mi habitación dejándolos solos.

Al día siguiente, cuando llegué a la escuela, todos me veían como bicho raro, mis amigos me ignoraban, trataba de acercarme pero ellos me evitaban o actuaban como si no existiera, así pasaron días, semanas, incluso el año siguiente.


Tu eliges tu propio camino.Where stories live. Discover now