THE LIST ❀ YOONMIN

𝑡𝘩𝑒 𝑙𝑖𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝘩𝑜𝑠𝑝𝑖𝑡𝑎𝑙'𝑠 𝑝𝑒𝑜𝑝𝑙𝑒

No pude ver a Yoongi. Estaba tan cansado y enfermo que no había podido salir del hospital. Papá se quedó varios días conmigo pero mientras él iba a casa a dormir y cambiarse ropa, los chicos venían y me divertían. Yegun y Taehyung peleaban como siempre.

Hubo un día que nadie pudo venir. Lo entendí, o eso les hice creer, pero en la tarde me sentí solitario. Por suerte los enfermeros venían a monitorear mis síntomas cada media hora. En realidad era para ver si seguía respirando, pero eso dicen ellos qué es. Hubo un enfermero muy simpático. Le conté que era aún joven pero que quería perder la virginidad antes de morir. Dijo que eso era muy tierno. Me sonrió mientras tocaba mi brazo con suavidad para encontrar una vena y enterarme una maldita aguja. Aunque ellas y yo ya éramos íntimas amigas.

En la noche llegó un enfermero que nunca había visto, estaba seguro que mi memoria no estaba llena de cáncer para no recordarle. Y lo habría hecho, ya que su belleza es digna de quedar impregnada en cualquier retina.

—¿Eres nuevo? —susurré entre medio de un sueños y la realidad.

—Así es  —revisó todos mis datos y miró a mi bandeja de comida sin tocar— Tienes que comer, Jimin.

Suspiré.

—Tengo asco —dije sinceramente.

—Sólo es algo mental, tienes que comer —insistió.

—Dile eso a mi vómito después.

Me senté en la camilla y tomé mi tenedor. Lo miré y le sonreí a medias.

—¿Me acompañas? No he tenido visitas hoy.

—Bien.

Se sentó donde papá se sitúa normalmente. Comí en silencio mientras él me veía. Me ponía un poco nervioso.

—¿Por qué no has tenido visitas? —preguntó de pronto.

—Vienen todos los días. Necesitan descansar.

Suspiró.

—¿Cuántos años tienes? —volvió a hablar.

—¿No tienes una hoja con mis datos? —dije con la boca llena de puré de papas.

—Estoy creando temas de conversación.

—Tengo 18 años con dos meses.

Cerró sus ojos como si lo lamentara.

—¿Cómo te llamas? —dije yo.

—¿No ves una placa con mi nombre? —rió.

—Estoy creando temas de conversación —le guiñé y él rió de nuevo. Terminé de comer y retiró mi bandeja ahora vacía.

—Hasta luego, Jimin.

—Hasta luego, chico del nombre que no pude ver.

A pesar que rió no quiso decirme.