𝑡𝘩𝑒 𝑙𝑖𝑠𝑡 𝑜𝑓 𝑛𝑜𝑡𝘩𝑖𝑛𝑔

8.9K 1.8K 290
                                    

El cáncer y sus repercusiones me tenían pegado a la camilla. No podía moverme de nada. Así que, los chicos venían a mí y hablaban sobre mi próximo chico. Sinceramente creía estar lejos de lograrlo. Pero fingía que todo estaba perfecto.

—Quería que conocieras a Yoongi. Pero las clases de piano lo tienen ocupado. Supe que trabajaba en un hospital, lamentablemente no lo he visto y no creo que sea el tuyo.

—¿Cómo es físicamente? —fruncí el ceño un poco.

—Mh, es altura normal y tiene el cabello oscuro. Es muy pálido —se quedó mirando la ventana como visualizara el aspecto del joven—. ¿Por qué?

¿Será coincidencia?

—Ya me lo he pillado —reí—. Eso creo. Vino a verme ese día que ustedes no pudieron venir.

—¿Trabaja aquí?

—Sí —asentí.

—Qué pequeño es el mundo —reímos.

—Lo sé, cariño —le dije sonriendo.

Después de que todos se fueran por el horario​ de visitas agotado, el mismo Yoongi​ en persona apareció. Traía la típica hoja con mi expediente clínico y cosas estúpidas de hospital. Llegó directo a ver mis síntomas y revisar el suero colgando del tubo de metal.

—Así que, por eso te me hacías tan parecido —tomó mi brazo y limpió un poco de sangre que salía por la vía intravenosa—. Un gusto, Jimin.

—Me encanta ser tan popular.

Río suavemente.

— ¿Aún buscas alguien para salir?

—En realidad, buscaba alguien para tener sexo. No lo he hecho, así que... no quiero morir virgen —asintió sin darme el total de su atención.

Después de ver que todo lo que me mantenía mejor estuviera en orden, me miró.

—El sexo no es tan genial. O quedas con dolor de culo o te enamoras. Créeme que ninguna es buena.

Me quedé pensando un poco sus palabras.

—No puedo ofrecerte​ sexo. Me gusta la adrenalina pero no tanto, chico —sonrió cálidamente después de anotar cosas en su expediente.

Eso me hizo reír, pero mientras lo hacía apareció la maldita tos de siempre. Ésta vez, algo de sangre salió. Aterrizó una pequeña gota en su mejilla. Me sentí avergonzado, abrí la boca para disculparme, pero fui callado por una toalla húmeda. Yoongi estaba limpiando mi boca con cuidado. También limpió la pequeña mancha.

—Pasa todo el tiempo, tranquilo —su sonrisa me tranquilizó—. Pero puedo ser un amigo. En mi turno libre vengo y vemos películas y comemos, yo mi comida grasienta y tú la del hospital, obviamente.

Asentí y reí leve. No quería otro accidente.

Ese día vimos series criminales hasta que yo me dormí. Extrañamente dormí cálido y con una sonrisa grabada en mi cabeza.

Ojalá hubiera conocido ante a Yoongi.

THE LIST ❀ YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora