Relatos de un Futuro Incierto

Desubicado pt 3

Osomatsu se quedó profundamente dormido, su cabeza le había dificultado el dormir pero dentro de poco no tuvo muchos problemas para quedarse dormido. Jyushimatsu lo miraba muy contento, ver a su hermano lucir tan pequeño y vulnerable le era tan raro. El quinto hermano se había hincado para besarle la cabeza aunque también al ver como se le resbalaba la playera por un lado, estiró su mano para ajustársela; no obstante, Osomatsu abrió los ojos luciendo muy asustado causando que Jyushimatsu apartara su mano rápidamente.

"¿Osomatsu? Perdon, no quise espantarte..." dijo Jyushimatsu a su hermano quien cerró los ojos nuevamente y empezó a sollozar. "Sólo te acomodaba la playera..."

"Sí... no importa, es sólo... no sé, mi cuerpo sintió miedo cuando me tocaste de esa manera..." dijo Osomatsu al esconder su rostro en la almohada y cubrir sus hombros con sus manos. Jyushimatsu lo miró con tristeza, definitivamente su hermano estaba muy sensible ahora.

"Lo lamento... ¡Prometo dejarte dormir! Me sentaré en la esquina" dijo Jyushimatsu a su hermano al entonces gatear hacia la esquina y sentarse con las piernas pegadas a su pecho, Jyushimatsu abrazó sus piernas y observó a Osomatsu desde lejos.

"Sí, no te preocupes... Jyushi..." Osomatsu cerró los ojos y procedió a intentar dormir. El quinto hermano se dispuso a vigilarlo tal como Choromatsu le había indicado, pero... ¿Por qué es que su hermano estaba reaccionando así? No lo entendía...

Mientras tanto, la mente de Osomatsu se fue obscureciendo, tanto que empezó a soñar con una situación que no recordaba y diálogos que tampoco recordaba haber escuchado... sólo sabía que su cuerpo temblaba, sabía que tenía miedo... no obstante, no pudo hacer nada más que poner atención a lo que ocurría:

Osomatsu yacía en una habitación obscura, no podía realmente ver la situación, no obstante, sabía que no podía moverse... una fuerza extraña estaba sosteniendo sus manos al piso mientras que un dolor intenso recorría todo su cuerpo. El menor simplemente podía ver hacia el techo de la habitación preguntándose cuando podría reaccionar pues incluso mover hasta el dedo más pequeño le resultaba como una tarea imposible, sus dedos, su rostro, sus extremidades se sentían rígidas.

¿Qué ocurría? ¿Por qué no podía moverse...? El primer hermano no lo sabía, la única sensación que podía realmente distinguir era la de sus lágrimas recorriendo su cara... una sensación tan sutil que en ese momento era toda para él; no podía realmente sentir nada, sabía que el dolor estaba presente, más no lo identificaba... era como si estuviera viendo a alguien más sufriendo, era como si simplemente no estuviera ahí... ¿Era real o no? No lo sabía, sólo sabía que era una experiencia desagradable.

¿Y el sonido? ¿Podía escuchar algo? Trataba de escuchar aunque fuera el más leve sonido de algo... alguna voz, pero no podía escuchar nada, lo que fuera que le estuviera ocurriendo, estaba pasando en total silencio... y eso, le inquietaba y desesperaba entre más segundos pasaban.

Al tratar de desafiar la realidad pesada de aquella tormentosa pesadilla que estaba viviendo, el menor trató de decir algo, a pesar de que los músculos de su mandíbula se encontraban igualmente rígidos, Osomatsu hizo su mayor esfuerzo en separar sus labios y tratar de romper aquel silencio abrasador.

"¿Qué oc...ocurre...?" murmuró el menor al sentir su boca abrirse más de lo que esperaba, sentía como si el aire se le hubiera escapado, como si alguien le hubiera pateado el estómago, no obstante, no sentía el dolor. "No... no quiero esto..." el menor se tardó en volver a decir algo pues había quedado tratando de recuperar el aliento. "No más... el silencio... no lo soporto..."

Osomatsu abrió los ojos de golpe al sentir su cuerpo quejarse por haber recibido otra sensación de que el aire se le escapaba, había sido tanta que había empezado a toser violentamente, esto, hasta que sintió una fuerza en su cuello imposibilitándole el respirar.