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"Érase una vez un ángel y un demonio que se enamoraron y osaron imaginar una nueva forma de vivir."

 Asciende a un patíbulo. Miles y miles de caras lo contemplan, pero él solo ve una.

Llevaba las manos atadas a la espalda y las alas inmovilizadas para que no pudiera escapar volando. Era una precaución innecesaria: en lo alto, los barrotes de hierro de la Jaula lo cubrían todo formando arcos. La misión de aquellas barras era mantener a los demonios fuera de la ciudad, no a los ángeles dentro, pero ese día hubieran servido para tal propósito. TaeHyung no iba a ir a ninguna parte, excepto a encontrarse con la muerte.

—Es innecesario — había objetado SeokJin cuando HoSeok ordenó que lo inmovilizaran. Su voz había sonado como un chirrido demasiado bajo para resultar audible, como algo que se arrastra sobre el suelo.

HoSeok, un arcángel, su superior, hijo y mano derecha de una de las deidades más importantes en el paraíso, lo había ignorado. Sabía que era innecesario, pero quería humillarlo. No le bastaba con la muerte de TaeHyung. Quería ver cómo se lamentaba, cómo se arrepentía. Deseaba verlo de rodillas.

No lo iba a lograr. Podía amarrarle las manos y las alas y contemplar su muerte, pero jamás conseguiría que se arrepintiera.

No lamentaba lo que había hecho.

En el balcón del palacio, la deidad permanecía sentado con solemnidad. HoSeok ocupaba su lugar junto a su padre. La silla a la izquierda de la deidad pertenecía a SeokJin, pero estaba vacía.

Miles y miles de ojos observaban a TaeHyung, y la cacofonía que surgía de la multitud fue elevando el tono hasta llegar a ser algo siniestro, voces convertidas en abucheos. Pateaban el suelo con estruendo. No se producía ninguna ejecución en la plaza desde tiempo inmemorial, pero todos los presentes sabían lo que debían hacer, como si el odio fuera un atavismo que solo esperaba resurgir.

Se escuchó una acusación a voces:—¡Amante de un Demonio!

Y entonces llevaron a JungKook. HoSeok había ordenado que contemplara la ejecución para después ejecutarlo a él. Los guardias lo tiraron de rodillas sobre una plataforma frente a la de él, desde la que nada obstaculizaría su visión. Incluso ensangrentado,encadenado y debilitado por la tortura, era hermoso. Sus alas llameaban radiantes, el brillo azulado irradiando con más fuerza y sus ojos de fuego, fieros, permanecían clavados en él; TaeHyung se sintió invadido por la calidez de los recuerdos y la ternura, por la intensa pena de que sus cuerpos jamás volverían a encontrarse, ni sus bocas se fundirían de nuevo, ni sus sueños se convertirían en realidad.

Los ojos de TaeHyung se llenaron de lágrimas. Le sonrió en la distancia y su mirada transmitió tal amor que ninguno de los presentes pudo seguir dudando de su culpabilidad.

Kim TaeHyung era culpable de traición —de amar al enemigo— y fue condenado a muerte.  

***

Y allí estaba TaeHyung—él único; suyo—, con grilletes y con las alas inmovilizadas y cruelmente deformadas, y el sueño se desvaneció. Así trataban a los suyos. Su hermoso TaeHyung, grácil incluso en aquel momento.   

Contempló con impotencia y terror cómo se arrodillaba, cómo colocaba la cabeza sobre el tajo. Imposible, gritó el corazón de JungKook. Aquello no podía suceder. El destino, el misterio que los había apoyado siempre... ¿dónde estaba ahora? Veía el cuello de TaeHyung, estirado e indefenso, su suave mejilla contra la abrasadora roca negra, y el hacha, levantada y dispuesta a caer. TaeHyung soltó un alarido, lo siguiente fue el estruendo de su cabeza al chocar contra el piso y fue entonces cuando JungKook empezó a gritar — un alarido capaz de recorrer las almas de todos los presentes —. Aquel grito proveniente desde lo más profundo de su desgarrado corazón.  

HoSeok permitió que siguiera gritando deleitándose con su sufrimiento, después ordeno que siguieran con la ejecución. Los guardias tiraron a JungKook de rodillas, colocando su cabeza sobre el tajo. El hacha era grande y brillante, como una luna que caía desde el cielo. Golpeó, y JungKook abandonó su cuerpo.     

Si estás leyendo esto, muchas gracias.

PD: No tengo nada en contra de Hobi, yo en verdad amo a ese pequeño rayito de sol. But aquí no es tan bueno.

YuanFen 缘份. KvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora